El economista José Ramón Morales-Arilla, explicó este miércoles que las más recientes proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), en las que se prevé una contracción del 3% en la economía mundial tras los embates de la pandemia, están basadas en escenarios muy favorables.
En una entrevista para el programa Día a Día de América Digital, conducido por César Miguel Rondón, el especialista financiero explicó que los números revelados por el FMI no consideran que la crisis de la enfermedad se extienda por un periodo largo de tiempo.
“Son escenarios no tan conservadores”, agregó, recordando que estas estimaciones no necesariamente son definitivas.
De acuerdo con Morales-Arilla, los datos recogidos en la reciente actualización del Informe Perspectiva de Crecimiento Mundial, afirman que: la economía global podría caer en un 3% y el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos sufriría una reducción de hasta 6% tras el paso del COVID-19.
Asimismo, expresó el analista, que el documento habla sobre una recuperación económica para el año 2021, en caso de que se controle el brote.
Sin embargo, advirtió que estas proyecciones que hace la organización financiera con sede en Washington, son bajo el supuesto de que la economía solo mantenga paralizada hasta el segundo trimestre del año.
“Podrían no materializarse”, señaló.
De hecho, así se explica en Diálogo a Fondo, un blog del FMI que analiza temas económicos en América Latina.
En su artículo llamado El Gran Confinamiento: la peor desaceleración económica desde la Gran Depresión, advierten que el FMI maneja un escenario base; pero –sin duda– las situación puede empeorar si el aislamiento social se prolonga.
En caso de que el mundo se mantenga paralizado hasta después del mes de junio, dicen, la caída económica mundial será mayor al 3%.
“Y si la pandemia continúa en 2021, podría contraerse un 8% adicional respecto a nuestro escenario base”, aclaran.
¿CUÁL DEBE SER LA RESPUESTA DE ESTADOS UNIDOS?
El economista José Ramón Morales-Arilla expresó que es importante resaltar que la situación desatada por el nuevo coronavirus no es una “crisis de demanda común”; como sí lo fue la de 2008.
Más bien, sugirió Morales-Arilla, hoy en día lo que estamos viendo es un shock de oferta debido a la cuarentena.
Es por eso que el experto financiero comentó la decisión de Estados Unidos de poner en marcha “el plan de estímulo fiscal más grande en la historia del país”. Incluyendo entre las medidas, “bonos de ayuda y aumentos de beneficios por desempleo”.
Según el economista, el gobierno norteamericano debe seguir con sus políticas destinadas a permitir que la gente tenga dinero para volver a comprar cuando la curva de contagios se aplane.
“Lo que se quiere evitar son los costos de perder los empleos, pues eso puede convertir a esta crisis de oferta, en una crisis de demanda a largo plazo“, sentenció.