El avance del coronavirus y las medidas de confinamiento han generado algunas manifestaciones en Estados Unidos, al tiempo que el COVID-19 sigue propagándose por el país.
Sin embargo, la crisis no solo ha generado preocupación por el impacto en el sistema de salud y el número de contagios y muertos; sino también en los intereses de algunos sectores políticos y económicos que vienen haciendo cálculos sobre el impacto que puede tener la pandemia en sus intereses.
En las últimas semanas, y a medida que el aislamiento social se ha extendido en el país; un sector mediático de la ultraderecha de EE.UU. y del libre mercado han apoyado las protestas contra el confinamiento con un doble objetivo: reelegir a Donald Trump como presidente en noviembre y seguir ganando dinero; aunque eso implique la muerte de los más débiles.
En cierto sector de la población existe enfado real y frustración entre quienes han salido a las manifestaciones en Estados Unidos, algunos con armas, al grito de “¡Vivir libre o morir!”; pero las protestas de los últimos días son fruto de teorías de la conspiración y grupos con mucho poder que desean reabrir la economía.
“No es una ola espontánea de protestas. Es algo que está diseñado para atraer la atención de los medios”, explicó Theda Skocpol; profesora de Sociología de la Universidad de Harvard.
Las organizaciones que han alentado las protestas son la conservadora Fundación Heritage, que aboga por un Gobierno limitado; así como “Freedom Works” (La libertad funciona, en inglés) y “Americans for Prosperity” (Estadounidenses por la prosperidad).
Estas dos últimas forman parte de la laberíntica red de grupos que el multimillonario Charles Koch usa para influir en la política de EE.UU.
“A esos grupos les preocupa que los estadounidenses salgan de esta crisis con una mayor confianza en el gobierno y que acepten como algo bueno los subsidios de desempleo o las bajas por enfermedad. Justo, esas son todas las cosas a las que se oponen los grupos ultra del libre mercado. Su sueño es reabrir la economía y si algunos mueren por el camino; ¡pues qué lástima!”, explicó Skocpol.
LAS TEORÍAS CONSPIRATORIAS ALIMENTAN EL DESCONTENTO
El analista político Geoffrey Kabaservice consideró que los seguidores del libre mercado se benefician de las protestas y las promueven; pero las webs ultraconservadoras como Infowars son quienes han sabido identificar el descontento de la población.
Uno de los productos de ese movimiento es la figura del fundador de Infowars, Alex Jones; quien este sábado con un megáfono desde un todoterreno predicó teorías falsas sobre el coronavirus mientras una multitud le aclamaba en Austin (Texas).
De esa forma, las manifestaciones han atraído a una amalgama de integrantes de la extrema derecha: fundamentalistas religiosos, grupos que se oponen a las vacunas y supremacistas blancos como “Proud Boys” (Chicos orgullosos, en inglés); que la organización de derechos civiles Southern Poverty Law Center define como un movimiento de odio.
A ellos se suman milicias modernas, de corte antisistema; y que justifican su existencia en el texto de la Segunda Enmienda de la Constitución que habla de una “milicia bien regulada” y el derecho a portar armas.
DIVIDIR A EE.UU. PARA REELEGIR A TRUMP
La investigadora y profesora de sociología de la Universidad de Harvard, Theda Skocpol, también aseguró que los integrantes de esos grupos constituyen parte de la base electoral de Trump.
De acuerdo con la experta; no es ninguna casualidad que las protestas se hayan producido en estados clave para las elecciones de noviembre como como Pensilvania, Ohio y Michigan; donde la gobernadora, la demócrata Gretchen Whitmer, suena como la compañera de fórmula de Joe Biden.
“Hay gente que piensa, y Donald Trump es uno de ellos; que explotar las fracturas de la sociedad es la mejor forma de ser reelegido”, explicó Skocpol.
En ese sentido, las manifestaciones que se han registrado en las últimas semanas también es un intento por crear divisiones; en donde algunos manifestantes han reclamado su identidad rural, blanca y conservadora como la que representa el “EE.UU. real” frente a la imagen multicultural y progresista de las ciudades.
De acuerdo con los analistas, esas ideas, la parafernalia y el ruido de las protestas están captando la atención de algunos políticos, pero no durará mucho.
PARALELISMOS CON EL “TEA PARTY”
Los expertos también consideraron que este tipo de manifestaciones tienen un paralelo con el inicio en 2009 de las protestas del movimiento ultraconservador del Tea Party.
Esas protestas, según los analistas, fueron impulsadas por los mismos grupos que ahora alimentan las manifestaciones contra el confinamiento, como los hermanos multimillonarios David y Charles Koch; que llegaron a consolidarse como parte de la identidad del Partido Republicano.
“Las protestas actuales son parte del movimiento creado por Trump en sus mítines electorales; pero a diferencia del Tea Party sus ideas nunca serán aceptadas por la élite republicana porque, en una pandemia, difundir teorías falsas puede resultar literalmente en la muerte”, indicó Kabaservice.
Ver más: ¿Qué implicaciones tiene la suspensión de la inmigración a EE.UU. anunciada por Trump?
EE.UU. es uno de los países más afectados por el coronavirus. El mayor número de muertes se ha registrado en la ciudad de Nueva York, bastión demócrata; aunque los casos están subiendo en algunas zonas rurales.
Por ahora, solo una minoría de estadounidenses rechaza las medidas de cuarentena para frenar al virus; de acuerdo a una encuesta publicada el 8 de abril por la Universidad de Quinnipiac, la cual estima que un 81 % de los estadounidenses está a favor del aislamiento.
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