Las playas fueron el gran escenario de la reapertura de Florida, al cabo de más de un mes de confinamiento por el COVID-19, reseñó en una crónica la agencia Efe.
La estampa de normalidad de miles de personas en la arena y el mar se vio ensombrecida por las cifras de nuevos casos y muertes divulgadas por las autoridades.
Según el Departamento de Salud de Florida, en las últimas 24 horas los casos confirmados del nuevo coronavirus se incrementaron en 819. Las muertes sumaron 20 y alcanzaron un total de 1.399.
Miami-Dade, Broward y Palm Beach, siguen teniendo los peores números: 12.956 casos y 378 muertes el primero; 5.249 y 208 el segundo y 3.250 y 196 el tercero.
En el resto del estado empezó la salida del confinamiento, con restaurantes y tiendas abiertas al 25 % de su capacidad.
De acuerdo a las normativas, pueden abrir sus puertas todos los negocios de los 64 condados incluidos en la fase uno. Las escuelas, colegios y universidades siguen cerrados.
La reapertura y los riesgos de violar las medidas de distanciamiento.
A pesar de que Florida ha iniciado una reapertura de sus playas y espacios públicos; el popular South Pointe Park en la ciudad de Miami Beach fue cerrado por las autoridades.
La medida se da ante la asistencia masiva de personas sin máscaras faciales e irrespetando las normas de distanciamiento.
Se emitieron más de 1,550 advertencias por violaciones al uso de la máscara facial durante los primeros dos días en que los parques se reabrieron en Miami Beach, informó el diario Miami Herald.
“No hay forma de hacer cumplir efectivamente el distanciamiento social cuando cientos de personas se niegan a hacerlo”, dijo al diario el administrador de Miami Beach, Jimmy Morales.
Asimismo, Morales insistió en que “la mejor manera de proteger a nuestros residentes y socorristas es mantenerlo cerrado hasta nuevo aviso”.
América Digital/ EFE