Miami-Dade esperaba recibir este jueves al menos 1 millón de máscaras para el sector salud, pero el cargamento se perdió luego de que fuera confiscado por la policía del estado, reseñó el diario Miami Herald.
Frank Rollason, director de emergencias de Miami-Dade, describió la situación como: “un secuestro”, por parte las autoridades federales.
El hecho ocurre en una situación donde toda Florida se encuentran en una carrera desesperada contra el tiempo, para asegurar las máscaras de grado médico. Estas son vitales para proteger a los socorristas y trabajadores de primera línea de la propagación de COVID-19.
“Íbamos a encontrarnos con el avión y a buscar el cargamento de máscaras N95. Eso es como el oro hoy en día. Pero, recibimos la noticia de la compañía de que había sido confiscado por el gobierno federal”, dijo Frank Rollason, director de Manejo de Emergencias del condado.
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En ese sentido, la oficina de Manejo de emergencias de Miami-Dade, aseguró en un comunicado, que si bien no van a interferir en los cargamentos para seguridad personal o estatal; sí advierten sobre “actores inescrupulosos”, que están al margen de la ley o venden los equipos médicos con sobreprecio.
La búsqueda de máscaras N95 ha sido un gran desafío para Miami-Dade, que necesita comprar suficientes suministros para combatir el COVID-19. Esto se debe a que se ha convertido en el condado con mayor incidencia del virus.
El sindicato de tránsito del condado está intentando obligar a Miami-Dade, para que proporcione a los conductores de autobuses el mismo tipo de máscaras N95 emitidas a la policía y los bomberos del condado.
Miami-Dade busca máscaras N95 y continúa a la cabeza del contagio
La zona más afectada por el COVID-19 continúa siendo el sureste de Florida: los condados de Miami-Dade, que ya sobrepasó los 10.000 casos; y los de Broward y Palm Beach están a la cabeza, con un total de 512 muertes y 16.784 contagios.
Ante, la amenaza del colapso en el sistema de salud, Miami-Dade busca hacerse de la mayor cantidad de máscaras N95 y equipos médicos.
Los casos en hogares geriátricos llegaron a 2.209, con 234 muertes, entre residentes y personal que los atiende.
América Digital/EFE
