La participación en las elecciones presidenciales que se celebraron este martes en Estados Unidos, cuyo resultado aún se desconoce, puede ser la más alta de las registradas en los últimos cien años.
El portal Edison Research estima que se han emitido más de 157 millones de votos para la elección del nuevo presidente del país, lo que representa una tasa de participación del 65,7 % entre los votantes que pueden ejercer el derecho al sufragio, según The Washington Post.
Esta cifra supera en más de cinco puntos a la registrada en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, cifrada en el 60,1 % y en las que resultó ganador el republicano Donald Trump, quien ahora aspira a la reelección.
De acuerdo con los expertos, la participación en estas elecciones sería la más alta desde 1908, cuando el 65,7 % de los votantes posibles emitieron sus votos.
Este escenario de alta participación se produjo antes de que Estados Unidos cambiara su constitución y permitiera el derecho al voto de las mujeres.
Los comicios se han visto condicionados por la pandemia del coronavirus, que ha causado más de 9,3 millones de contagios confirmados y 232.000 muertes en Estados Unidos.
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Precisamente, debido al COVID-19 se estima que más de 100 millones de personas emitieron sus votos de forma anticipada o por correo.
La organización U.S. Elections Project de la Universidad de Florida explicó que unos 35,9 millones corresponden a sufragios emitidos en persona durante días pasados y otros 64,8 millones a votos que fueron enviados por correo, una participación sin precedentes bajo este sistema.
¿Por qué se registró una alta participación?
Los expertos explicaron que algunas personas quisieron evitar las largas filas y las multitudes en los centros de votación para protegerse del nuevo coronavirus en medio de esta jornada de elecciones en Estados Unidos.
Además, a otros les gustó lo conveniente que resulta votar por correo o depositar sus votos en buzones oficiales de recolección de manera anticipada.
Sin embargo, muchas entidades federales también cambiaron las regulaciones para facilitar el voto por correo o en centros de votación anticipada ante este escenario de pandemia.
Pero lo que pudo haber promovido una alta participación habría sido una reñida contienda entre el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden en unas de las elecciones de Estados Unidos más reñidas de la historia reciente.
Lo cierto es que esta elevada participación de votos anticipados conllevó a que el escrutinio tomara más tiempo y hubiera un retraso para conocer los resultados.
Por ejemplo, algunos estados permiten que los encargados electorales empiecen a contabilizar los votos anticipados desde temprano, mientras que en otros sin clara preferencia electoral no se les permite eso, o tienen tiempo limitado para hacerlo, lo que retrasará el conteo.
De esta forma, la contienda Biden y Trump pasará a la historia como una de las que elecciones de Estados Unidos que tuvo la mayor participación en un siglo, pero también por la gran controversia que dejó una campaña presidencial desde principio a fin.
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