Un estudio realizado por las autoridades sanitarias de Estados Unidos confirmó que el uso de doble mascarilla (tela sobre una quirúrgica) brinda un refuerzo a la protección frente al COVID-19.
El uso de dos mascarillas se ha vuelto frecuente en la población al considerar que esta medida puede aumentar la protección frente a una infección del COVID-19, aún más cuando se ha evidenciado que las nuevas variantes son más contagiosas.
La investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) realizó simulaciones para evaluar los efectos que tiene el doble enmascaramiento y el ajuste de las mascarillas para prevenir la exposición al virus.
La investigación resalta que la mascarilla reduce de forma importante la exhalación de pequeñas gotas por parte de las personas infectadas y disminuye la exposición a estas partículas para las personas no contagiadas.
Los expertos han explicado que las mascarillas de tela y quirúrgicas suelen quedar más sueltas al rostro que los tapabocas N95, aumentando el riesgo de que el aire exhalado por la persona, que posiblemente esté infectada, se escape por los lados y pueda contagiar a otro individuo.
De esta forma, las simulaciones demostraron que una mascarilla de tela bloqueaba apenas el 44,3% de los aerosoles expulsados por una tos, pero la combinación de dos mascarillas (tela y quirúrgica) lograron una protección de hasta el 92.5 %.
Otro experimento evidenció que una persona que lleve doble mascarilla puede tener una protección de un 83 % frente a una posible exposición a un paciente que este infectado con el COVID-19 y no lleve consigo ninguna protección.
“Eso quiere decir que estas mascarillas funcionan y que lo hacen mejor cuando están ajustadas y llevadas correctamente”, valoró Rochelle Walensky, la directora de los CDC, al explicar que se actualizarán la información pública sobre mascarillas con estas nuevas opciones.
Ver más: ¿Funciona utilizar doble mascarilla para el COVID-19?
Precisamente, algunos expertos como el epidemiólogo y principal asesor de la Casa Blanca para el COVID-19, Anthony Fauci, reconoció hace unos días que el uso de doble mascarilla “tiene sentido” y “probablemente” sería más efectivo para prevenir un contagio.
Así lo indicó Fauci en entrevista con ‘NBC News TODAY’ en donde explicó que las mascarillas funcionan como una barrera física que evitan que las gotas respiratorias se propaguen a otras personas brindando cierto grado de protección al usuario frente a una infección.
“Entonces, si tienes una cubierta física con una capa, te pones otra capa, simplemente tiene sentido común que probablemente sea más efectivo. Esa es la razón por la que ves a la gente haciendo un doble enmascaramiento o haciendo una versión de un N95”, indicó Fauci.
En ese sentido, varios expertos han destacado que el uso de doble mascarilla podría brindar una mayor protección pero no sería necesario, siempre y cuando el tapabocas que se utilice sea de buena calidad y esté correctamente ajustado a la cara de las personas tapando completamente la nariz y la boca.
En momentos en que nuevas variantes más contagiosas del coronavirus se extienden por Estados Unidos y otros países del planeta, estos experimentos respaldan las investigaciones previas sobre la necesidad de llevar mascarillas de mejor calidad o tapabocas superpuestos.
La comunidad científica está de acuerdo en que el virus se expande principalmente por al aire y cada vez existen más pruebas de que cuando alguien habla o respira proyecta unas gotas muy finas que pueden recorrer incluso varios metros.
Lo cierto es que los estudios ratifican la importancia de que las personas ajusten adecuadamente sus mascarillas al rostro para maximizar su protección y evitar la exposición a un contagio de COVID-19.
Además, también resaltó que el uso de ajustadores de mascarillas mejora la protección de estos elementos al cerrar los espacios que generalmente quedan en el rostro de las personas y evitando que se deslicen y terminen en el mentón.
Las autoridades de salud y expertos epidemiólogos han resaltado que la clave está en que la mascarilla, ya sea de tela o quirúrgica, cubra completamente la nariz y la boca sin dejar espacio por donde se puedan filtrar partículas.
Además, es fundamental que las personas se laven las manos antes de ponérsela sujetando las tiras elásticas. Una vez puesta, no hay que tocarla, porque hay que volver a lavarse las manos.
“Hasta que se logre la inmunidad de la población inducida por la vacuna, el enmascaramiento universal es un medio muy eficaz para frenar la propagación del COVID- 19, cuando se combina con otras medidas de protección, como el distanciamiento físico, evitar multitudes y espacios interiores mal ventilados, y una buena higiene de las manos”, reseña el CDC.
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