Tras un año de haber reportado el primer deceso por COVID-19, Estados Unidos alcanzó la cifra de los 500.000 muertos por coronavirus con la esperanza puesta en la campaña de vacunación para superar la página de esta pandemia.
“Es terrible, es horrible. No vimos nada parecido desde hace 100 años, desde la pandemia de 1918. Es algo que quedará en la Historia. En décadas, las personas todavía hablarán de este momento en el que tanta gente murió”, indicó el inmunólogo Anthony Fauci, asesor de la Casa Blanca.
De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, la cifra de muertos se acerca al medio millón de muertos por coronavirus cuando el primer fallecido por COVID-19 en Estados Unidos fue reportado el 29 de febrero de 2020.
El mundo ha alcanzado las 2.4 millones de muertes por coronavirus por lo que Estados Unidos concentra aproximadamente el 20 % de los decesos que deja la pandemia a nivel mundial y duplica los fallecidos de Brasil, el segundo país más enlutado.
Los muertos por la pandemia se han multiplicado en las últimas semanas en Estados Unidos. Pasaron tres meses desde el primer deceso por el coronavirus, el 29 de febrero, hasta que se sobrepasó la barrera de 100.000 fallecidos.
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El país superó en enero la cifra de 400.000 fallecidos, en vísperas de la investidura presidencial de Joe Biden, quien ha tenido como su mayor prioridad de su gobierno la lucha contra la pandemia del COVID-19.
La esperanza de las vacunaciones
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció que estas cifras son lamentables por todo el dolor que han dejado en miles de familias y pasará a la historia como uno de los hechos más lamentables para Estados Unidos.
“¡500.000! Son 70.000 personas más que todos los estadounidenses muertos durante la Segunda Guerra Mundial, en un período de cuatro años. Toda esta amargura… toda esta pena… todo este dolor”, indicó Biden.
Así lo aseguró el mandatario estadounidense en un discurso en una fábrica de vacunas de Pfizer en Kalamazoo, Michigan, en donde destacó que el ritmo de vacunación contra el COVID-19 da algo de esperanza para el país.
“Creo que nos acercaremos a la normalidad de aquí a final de este año. Si Dios quiere, esta Navidad será diferente de la anterior”, sostuvo Biden
Con un promedio de 1,7 millones de vacunas aplicadas al día, el gobierno de Biden espera que esta cifra aumente en las próximas semanas.
Precisamente, Biden se mostró confiado en alcanzar 600 millones de dosis -es decir vacunar a toda la población- para finales de julio.
Sin embargo, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para el 1 de junio se alcanzarán los 615.000 muertos por coronavirus.
El desafío logístico de las vacunas
En medio de este escenario, más de 61 millones de personas han sido inmunizadas con una de las dos vacunas autorizadas en Estados Unidos (Pfizer/BioNTech y Moderna), mientras que 18 millones ya han recibido las dos dosis requeridas.
Además, luego de un pico epidémico en enero, la media semanal de muertos y nuevos casos está en claro descenso, según datos del Covid Tracking Project.
La actual ola de frío polar y tormentas de nieve en el país frenaron la campaña de vacunación en todos los estados, dijo el viernes Andy Slavitt, consejero de la Casa Blanca contra el coronavirus.
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La distribución de 6 millones de dosis se vio retrasada en los 50 estados del país y por eso esperan volver a mejorar el ritmo de distribución y aplicación de vacunas en las próximas semanas.
“No hubo jamás, jamás, jamás un desafío logístico más grande que el que tratamos de completar, pero lo estamos logrando”, destacó Biden.
La cifra de muertos a nivel mundial se presta a superar los 2,5 millones de personas, aunque los expertos han explicado que esta cifra es considerablemente mayor debido a los subregistros que pueden existir en el manejo de los datos por parte de los países.
El panorama en el mundo
En otras partes del mundo, donde se han administrado más de 205 millones de dosis de vacunas, los gobiernos también dependen de las inyecciones para hacer retroceder la pandemia.
En Australia, la campaña de inmunización está a punto de iniciar con unas 60.000 dosis que se aplicarán en los trabajadores sanitarios, policías, empleados de hoteles en cuarentena o residentes de hogares de ancianos.
Sin embargo, esta vacunación se ha visto empañada por las protestas contra las vacunas realizadas en algunas de las principales ciudades del país y por las reacciones hostiles expresadas por algunos espectadores en la final masculina del Abierto de Tenis.
Unas 20.000 dosis de Sputnik V, destinadas a equipos médicos, también llegaron el domingo al enclave palestino de Gaza desde Emiratos Árabes Unidos y a través de la frontera con Egipto.
Rusia, por su parte, comenzó a vacunar contra el coronavirus a las personas sin hogar en Moscú y San Petersburgo.
Lo cierto es que Israel es el país más avanzado en materia de vacunación lo cual le ha permitido que los centros comerciales y tiendas callejeras fueran reabiertos el domingo para toda la población, como parte del tercer desconfinamiento desde el inicio de la pandemia.
En Europa, las autoridades de Alemania han pedido una precaución tras un aumento en las infecciones, justo antes de que se reabrieran las escuelas.
“Vemos que las cifras están aumentando nuevamente. Es molesto y genera cierta incertidumbre. Por eso debemos seguir teniendo cuidado, haciendo pruebas y vacunando”, instó el ministro de Salud, Jens Spahn.
En Italia, son las variantes del virus y las reuniones del fin de semana, favorecidas por un clima particularmente benigno, los factores de mayor atención y que han provocado un incremento de los casos.
“Obviamente estoy preocupado. El resurgimiento de los contagios se debe en gran parte a la variante inglesa”, dijo Massimo Galli, uno de los virólogos más eminentes del país.
En ese sentido, el mundo sigue avanzando con las vacunaciones con la expectativa de reducir la incidencia del COVID-19 en los países en momentos en que más de 111 millones de personas se infectaron y cerca de 2.5 millones han fallecido por el coronavirus.