El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una decena de decretos que tenía preparados para su primer día de gobierno en la Casa Blanca y que revierte algunas de las políticas y posturas de la administración del expresidente Donald Trump.
De esta forma, el nuevo mandatario demócrata ya tomó sus primeras decisiones firmando algunas órdenes ejecutivas entre las que se encuentran la que devuelve a Estados Unidos a estar comprometido con el Acuerdo de París sobre cambio climático y un documento que anula la decisión de dejar la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, el nuevo presidente firmó una directriz que anula el veto emitido por el expresidente Trump a la entrada de viajeros procedentes de varios países de mayoría musulmana.
En materia migratoria también firmó decretos para proteger el programa DACA contra la deportación de los “soñadores”, así como para detener la construcción del muro con México.
También ordenó una extensión de la moratoria a los pagos de los préstamos estudiantiles en el país, prorrogó las restricciones a los desahucios y ejecuciones hipotecarias, y declaró el uso obligatorio de mascarillas contra la COVID-19 en todas las propiedades y entidades federales.
El primer mandatario estadounidense también revirtió el levantamiento de las regulaciones ambientales tomadas por su antecesor y ordenó a las agencias del gobierno revisar la economía del combustible y los estándares de emisiones, así como el permiso para la operación y construcción del polémico oleoducto Keystone XL entre Estados Unidos y Canadá.
Biden también atacó la desigualdad racial y ordenó a las agencias federales que revisen “el estado de equidad” y entreguen planes “para abordar las barreras desiguales a las oportunidades en las políticas y programas de las agencias”.
Precisamente, estas decisiones las había revelado el que será el jefe de gabinete de Biden en la Casa Blanca, Ron Klain, en una carta distribuida por el equipo de transición.
Asimismo, se espera que en los próximos días Biden firme otra serie de decretos relacionados con la pandemia de COVID-19 que estarán enfocados en reabrir de forma segura escuelas y negocios, mitigar los contagios mediante una expansión de las pruebas de coronavirus y establecer estándares claros de salud pública.
El viernes 22, el presidente pedirá a su gabinete que tomen “medidas inmediatas para dar alivio económico a las familias trabajadoras que se han llevado la peor parte de esta crisis”, según Klain.
Biden también quiere acelerar la campaña de vacunación en momentos en que la pandemia no da tregua en los Estados Unidos y sigue registrando récords mundiales en contagios y muertes. Además, el demócrata asumió el poder cuando el país superó la cifra de 400.000 muertos por el COVID-19.
En ese sentido, el presidente ha anunciado un plan ambicioso que contempla vacunar a 100 millones de personas en los primeros 100 días de gobierno. Sin embargo, para esto quiere crear centros de vacunación vecinales, mejorar la cooperación entre el gobierno federal y los estatales y movilizar a 100.000 trabajadores de la salud.
Familias separadas en la frontera
Uno de los temas que marcará un cambió drástico entre Biden y su antecesor Donald Trump será el manejo de la migración y por eso el nuevo mandatario tiene contemplado firmar decretos sobre este tema entre el 25 de enero y el 1 de febrero.
“Entre ellos algunos centrados en restaurar la dignidad del sistema migratorio y las políticas fronterizas y comenzar el proceso difícil pero crucial de reunir a las familias separadas en la frontera”, indicó Klain.
A principios de diciembre, un grupo de abogados que trabaja para reunir a las familias migrantes afectadas por la política de “tolerancia cero” de Trump aseguraron que aún no habían encontrado a los padres de unos 628 niños separados de ellos en la frontera en 2017 y 2018, según NBC News.
En esa primera semana entera en el poder, Biden también tomará medidas para “afrontar la crisis climática con la urgencia que demanda la ciencia”, para “expandir el acceso a cuidados de salud” de personas de bajos ingresos y para “reformar el sistema de justicia criminal”, adelantó Klain.
Asimismo, se espera que Biden también converse por teléfono con varios líderes de otros países y “tome medidas para “restaurar el lugar en el mundo” de Estados Unidos.
De esta forma, Joe Biden inicia su gobierno en medio de la polarización que ha dejado el mandato de Donald Trump pero también enfrentando los devastadores efectos de la pandemia en materia de salud pública y económica.
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