Jerry Windle, un hombre homosexual soltero, tenía la ilusión de convertise en padre. Y, a pesar de las incontables luchas por adoptar en Estados Unidos, fue en Camboya donde encontró la posibilidad de brindarle un hogar a un niño desamparado. A través de una revista leyó sobre la historia de los huérfanos en dicho país y no dudó mucho en contactar a los funcionarios camboyanos.
Jerry viajó a Nom Pen, Camboya en julio de 2000. Allá se encontraba su futuro hijo Jordan quien estaba viviendo en un orfanato desde que sus padre biológicos murieron. El pequeño tenía 2 años y sufría de desnutrición, sarna y otras infecciones graves.
Su padre adoptivo viajó con él a su nuevo hogar en Florida donde los cuidó hasta que se recuperó y juntos conformaron un nuevo y diverso hogar.
Padre soltero cría a un campeón olímpico
Las cosas no fueron fáciles para Jerry y Jordan: el pequeño enfrentaba varias complicaciones de salud, se encontraba muy débil y solo se comunicaba con su padre a través de señas porque todavía no sabía hablar inglés.
No obstante, Jerry se había comprometido a cuidar a su hijo a pesar de todos los obstáculos y se juró hacer lo que fuera necesario para que su hijo no sufriera más.
También puedes leer: Joven no binaria rompe en llanto porque no usaron bien su pronombre: “¡Soy tu compañere!”
Cuando Jordan tenía 7 años comenzaron sus sueños olímpicos. Tim O’Brien, un famoso entrenador de buceo, fue el primero en notar sus habilidades deportivas en un campamento. Jordan entró a un programa de buceo especial y empezó a obtener sus primeras victorias.
Por ese entonces, también tuvo la oportunidad de conocer al medallista de oro olímpico y activista LGBTIQ Greg Louganis. De hecho, varios lo llamaban como el “Pequeño Louganis”.
Luego de 3 pruebas olímpicas, a los 13 años y después a los 16, Jordan cumplió el sueño de competir en el evento en la categoría masculina.
Jordan compitió por los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos 2021. No obstante, en su corazón también llevó la bandera de Camboya.
Tanto padre como hijo están muy orgullosos de la familia que han conformado. A tal punto que ambos fueron coautores de un libro para niños titulado ‘An orphan no more: the true story of a boy’. El cuento narra la historia de un gallo que, a pesar de los comentarios de los otros animales, logra ser padre sin una gallina. Un texto que demuestra que solo se necesita amor para crear un hogar.