Horas antes de su boda, la protagonista de esta historia recibió la noticia de que la dejarían plantada en el altar, pero lejos de echarse a la pena, decidió seguir con su matrimonio para celebrar su nueva soltería.
El día soñado de Kayley había llegado y no iba a dejar que una ruptura amorosa dañara sus planes, así que le dijo a todos los invitados que asistieran a la ceremonia sin importar el percance.
Aprovechó cada uno de los preparativos que tenía para esa fecha. Con su hermoso vestido blanco, su salón de recepción decorado, la comida y todo lo demás, sin duda pasó uno de los mejores días junto a sus seres queridos.
Eso sí, cortó la parte superior de su pastel de bodas y posó para todas las fotos con varios de sus amigos, para que no quedara recuerdo de su ex. Una demostración de que no necesita de nadie para ser feliz.
“Tiendo a no mostrar mi lado más vulnerable a muchas personas, pero ese día estaba en mi punto más vulnerable y me sorprendió lo segura que me sentí con todos allí. De esta experiencia he aprendido que necesito seguir haciendo esto, exponerme y descubrir quién es Kayley 2.0”, indicó Kayley.
El único problema es que le tocó costear los gastos sola, pero sus conocidos decidieron recaudar fondos en Internet para ayudarle con algo de dinero y su campaña fue todo un éxito.
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Varias personas le mostraron su apoyo a Kayley. Sus redes sociales se inundaron de mensajes de inspiración, la gran mayoría concuerdan que este es un nuevo inicio para su vida.
“A pesar de que el día no salió según lo planeado, no podía dejar que el arduo trabajo que puse en este día y una buena fiesta se desperdiciaran. El día estuvo lleno de muchas risas y muchas lágrimas”, destacó Kayley.
Ni ella ni su familia realmente conocen la razón por la que su prometido decidió dejarla plantada en el altar, pero dice sentirse más feliz y tranquila que nunca.
Una verdadera lección de cómo se debe enfrentar el desamor.