Un niño de 12 años sufrió una parálisis luego de haber salido de un hospital de Australia en donde los médicos creyeron que el pequeño estaba exagerando sus síntomas.
Sin embargo, la condición del niño empeoró de forma dramática y los especialistas determinaron que tenía un problema neurológico.
El pequeño Maysen le aseguró a su mamá durante varios días que tenía un dolor “insoportable” en el cuerpo, por lo que no podía comer y registró “intensos dolores de cabeza”.
Por esa razón, su madre, Jessica Bye, lo llevó de urgencia al Hospital Bacchus Marsh en el que lo remitieron y trasladaron en ambulancia al Hospital Sunshine.
De esta forma, los médicos que lo examinaron desestimaron los síntomas que tenía Maysen y consideraron que el niño los estaba exagerando.
“Dijeron que creían que sus síntomas no cuadraban y que que estaba exagerando”, contó a Yahoo News Australia, asegurando que el personal parecía “deshacerse” de sus síntomas y por eso lo trasladaron al Hospital Sunshine.
Asimismo, Jessica comentó que los médicos le sugirieron que Maysen estaba fingiendo sus síntomas para no ir a la escuela: “Me cuestionaron y me dijeron: ‘¿Ha expresado que quiere pasar más tiempo contigo?'”.
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El niño sufrió una parálisis
Los síntomas estaban relacionados con el síndrome de Guillain-Barré
Luego de una serie de exámenes, a Maysen lo diagnosticaron con el síndrome de Guillain-Barré, un raro trastorno neurológico en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error al sistema nervioso, provocando debilidad muscular y parálisis temporal.
Después de la mala experiencia inicial, y tras semanas en el hospital, Maysen depende de una sonda de alimentación para comer, y según contó su madre, ha perdido el 25% de su peso corporal. Además, tiene un movimiento “mínimo” y “el dolor sigue siendo extenso”.
“Es horrible. Por lo general, corre de un lado a otro y hace todas las cosas de los niños. Ahora está en una cama de hospital usando un pañal nuevamente a los 12 años. Es realmente difícil de ver”, dijo Jessica.
La mujer se mostró conmovida por el estado de salud de su hijo y por el reto que implica atender esta compleja enfermedad.
“Desafortunadamente, esta enfermedad es un camino muy largo hacia la recuperación. Y estamos en el principio. Es probable que Maysen esté en el hospital durante varias semanas y luego el camino sea bastante confuso. Necesitará una rehabilitación extensa para recuperar la capacidad de realizar incluso las tareas cotidianas”, indicó.
“Esta es, con mucho, una de las cosas más difíciles con las que hemos tenido que lidiar. Este pequeño es el niño absolutamente más fuerte que he conocido”, agregó.
Además, agradeció a las personas que la han motivado con sus mensajes de buena suerte para ella y Maysen. “Gracias a todos por su amor, cuidado, palabras amables y generosidad”.
Una queja contra el hospital
Ante el estado de salud de su hijo y la negligencia por parte de los médicos del hospital, Jessica interpuso una queja formal ante la directiva para exigir que estos mejoren sus prácticas.
“Quiero saber por qué lo enviaron a casa cuando el niño estaba tan increíblemente enfermo. Quiero que esto cambie. No quiero que esto le pase a otras personas”, explicó Jessica.
La madre también hizo un llamado para que el hospital corrija estos errores para que no vuelvan a suceder: “Quiero que el hospital sepa que han cometido este error porque no pueden corregir sus errores a menos que se les informe sobre los errores”.
Sin embargo, Jessica admitió que pese a que el trato que recibieron inicialmente fue defectuoso, el personal ha sido “increíble” desde que regresó al centro médico y Maysen ha recibido una atención ejemplar.
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