A través de Facebook se hizo viral la historia de una mujer que vende cupcakes en las calles de Ciudad de México para recolectar dinero y poder salvar a su gato.
Jimena Ortiz adoptó a Antonio, su gato, cuando este tenía tres meses de nacido. Ella descubrió que el ‘michi’ tenía problemas de salud en su vista y se encargó de brindarle los tratamientos necesarios para que lograra recuperarse.
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Un veterinario le comentó a la joven que Antonio había sido diagnosticado con microftalmía en su ojo derecho, lo que significaba que no volvería a ver por ese lado. No obstante, este no fue el único problema: al gato le detectaron otra patología.
Antonio tenía que ser operado pero la cirugía era muy costosa
Unas pestañas se localizaron en el interior de su ojo izquierdo y le provocaban dolor al abrirlo. Jimena y su familia hicieron todo lo posible para poder operarlo con la finalidad de impedir que perdiera la vista por completo; sin embargo, el pago era demasiado costoso.
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Fue entonces cuando Ortiz comenzó a preparar cupcakes para ofrecerlos en el Parque María Luisa, situado en la Ciudad de México. Antonio acompañó a su dueña y permaneció sentado sobre una mesa junto con su peluche en forma de dinosaurio.
La historia de Jimena y Antonio se volvió viral rápidamente en Facebook y otras redes sociales, lo cual generó que miles de personas se sumaran a esta solidaria causa para poder ayudar al ‘michi’. “Gracias a todos los que me han ayudado a compartir y a los que nos han ayudado en donar”, escribió Jimena.
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