Cuando tenía 14 meses de nacida Haven Shepherd perdió ambas piernas en una explosión ocurrida en su casa. Desde entonces, quedó huérfana de padre y madre, y con el tiempo, no tuvo más remedio que aprender a movilizarse sin estas dos extremidades.
Lo sucedido en Vietnam marcó ‘un antes y un después’ en la vida de esta pequeña, una verdadera sobreviviente que, después de poco tiempo, fue adoptada por una familia que la indujo a nadar y luchar hasta el final por ‘lo imposible’.
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Haven Shepherd, una mujer que nació para triunfar
Hoy en día Haven Shepherd, con 18 años, ha participado en grandes eventos deportivos y tiene títulos nacionales de natación. Ya son 8 años de dedicación y esfuerzo en esta disciplina, y todo se lo debe a ella misma, sus padres adoptivos y el gran apoyo que recibe en un club de Webb City.
El esfuerzo fue tanto que se ganó un lugar en el equipo de EE.UU en los Juegos Paralímpicos de Tokio que se efectúan entre agosto y septiembre.
“Mis padres me metieron en natación y simplemente hizo clic. Me siento bien, siento que tenía que suceder (…) no estoy ansiosa y tampoco preocupada, ¡estoy lista!”, exclamó Haven Shepherd a los medios.
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La clave del éxito de Shepherd: mirar las circunstancias desde otra perspectiva
“Es un milagro que esté viva, me adoptaron cuando tenía 16 meses y no me quejo mucho porque la vida es algo por lo que uno tiene que estar feliz. Realmente nunca llego a ver lo negativo, siempre pienso en qué otra circunstancia estaría”, aseguró.
Haven Shepherd no solo nada (y muy bien), también sabe defenderse en otras actividades como softbol, pista y practica Crossfit 3 veces por semana. Todo esto gracias a una prótesis que le colocaron en sus piernas cuando tenía 8 años.
“La gente piensa que tengo muchos inconvenientes, pero soy como todos los demás. Me pongo las piernas para caminar así como tú te pones las gafas para ver. Me despierto y no me siento mal, pues tengo piernas para hoy”, finalizó.
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