En 2017, una corte falló que Jeanne Pouchain estaba muerta, aunque ella está viva. Como resultado, la francesa declarada muerta ha pasado los últimos años tratando de demostrarlo para que le devuelvan su identidad, reportó la AFP.
Jeanne tiene 58 años y en 2017, una corte de Lyon la declaró muerta al no poder contactarla por un caso de pago laboral, en el que la empresa que dirigía adeudaba dinero a una antigua empleada.
No queda claro por qué el sistema de justicia tomó esta decisión sin que mediara un certificado de defunción, pero el fallo tiene graves consecuencias en la vida de Jeanne, quien ya no tiene tarjeta de identificación, no puede manejar pues su licencia es inválida, no puede ir al hospital porque no puede tener un seguro médico, no tiene número de seguridad social y sus cuentas están congeladas.
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Debe pagar 14 mil euros
La francesa declarada muerta indica que ni ella ni sus familiares recibieron una citación para la audiencia en la que se le declaró muerta. Aseguró que su caso es una auténtica pesadilla, pues adicionalmente la corte ordenó a su esposo e hijo pagar 14 mil euros al antiguo empleado que había ganado la querella.
Actualmente, el abogado de Jeanne introdujo nuevamente un recurso para pedir la anulación del fallo y que ella vuelva a tener su identidad.
El caso se complica porque además el esposo y el hijo de Jeanne no pueden usar su cuenta conjunta por el hecho de que ella aparece muerta. Si no pagan lo debido según los juzgados, se enfrentan a más sanciones.
Ya le quitaron su vehículo por incumplimiento de pagos y teme que lo próximo que se lleven de su casa sean los muebles.
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