Un trabajador no toleró que los compañeros de su empresa le organizaran una fiesta por sus cumpleaños debido a que la sorpresa le generó un sobresalto por lo que le afectó su salud. El hombre demandó y ahora recibirá indemnización por la propia compañía.
Parece ser que las celebraciones ‘sorpresa’ no es para todo el mundo. Se trata de Kevin Berling, un empleado que prestaba sus servicios en su momento para la empresa Gravity Diagnostics, en Kentucky, Estados Unidos.
La causa de los hechos se remonta en el año 2019 cuando Berling les hizo saber a sus superiores, a días de celebrarse su cumpleaños, de abstenerse de cualquier celebración.
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¿Cuáles eran sus razones?
Medios locales aseguran que Berling padecía cuadros de ansiedad y pánico. Los motivos expuestos por el trabajador no fueron tomados en cuenta por sus compañeros de la empresa ni mucho menos por sus jefes.
Por ello querían impresionarlo al organizarle una fiesta ‘sorpresa’, lo cual terminó en un desafortunado momento: Berling reaccionó con un ataque de pánico.
A partir de lo sucedido el hombre presentó más ataques de ansiedad, lo que afectó en gran medida su salud mental. Cuando su jefe le expuso su molestia por la reacción que obtuvo Berling antes la fiesta, no tenía en cuenta que podía ocasionarle a su empleado una reacción parecida.
Los jefes no toleraron los comportamientos de ansiedad de Berling durante y después de la celebración sorpresa por lo que tomaron la decisión de despedirlo.
¿Discriminación?
Lo que demostró las decisiones que tomó la compañía de laboratorio de vanguardia, para la que trabajaba Berling, según su abogado, Tony Butcher, se trataba de una discriminación a la salud mental que padece su cliente, consecuencia de traumas provenientes de la infancia a causa de la separación de sus padres.
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Berlin tomó medidas legales frente al despido injustificado y demandó a su empresa por el trato que había recibido. Por lo que el juicio, en tan solo días, falló a su favor y la compañía Gravity Diagnostics deberá pagarle 450 mil dólares por los daños causados a su ex empleado.
Actualmente la compañía busca un nuevo veredicto para alegar a su defensa mientras que Berling, por ahora, debe gozar de la generosa cuantía que la empresa debe girarle, quizás, como regalo en celebración por su vida.
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