Le robaron a su bebé en Colombia y lo encontró en Noruega 32 años después

La historia de Jhonatan y el reencuentro con su madre después de 32 años le ha dado la vuelta al mundo. Las experiencias vividas por este abogado con nacionalidad noruega y una madre que buscó a su hijo incansablemente luego que se lo robaran en la puerta de su casa parece una historia sacada de una producción cinematográfica, no obstante, esto fue lo que le ocurrió a la familia Jiménez.

Corría el año 1987 cuando Jhonatan jugaba con su hermano de siete años en el jardín de su casa ubicada en Bogotá, Colombia, la tarde era soleada y Juan, su otro hermanito de cinco años, los observaba por la ventana. De un momento a otro, un hombre se le acercó al menor de los tres pequeños y con la promesa de ir a comprar dulces se lo llevó.

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Ana Jiménez, la madre de los tres menores, no se percató de la ausencia de su hijo menor porque en ese momento estaba atendiendo a una visita en su casa. Casi una hora después, la mujer, de 22 años en ese momento, se dio cuenta que su bebé había desaparecido.

Luego de buscar a Jhonatan Jiménez por toda la casa y sus alrededores, Ana llamó a sus familiares para contarles lo sucedido. Poco o nada pudieron hacer por dar con el paradero del pequeño quien había nacido en la casa y para ese momento no contaba con un registro civil.

La mujer, víctima del temor que le producía su pareja por sus constantes maltratos y abusos, tardó bastante en poner el denuncio con las autoridades. El menor de tres años fue declarado como desaparecido poco tiempo después.

Jhonatan Jiménez fue hurtado en la puerta de su casa un 25 de septiembre, esta fecha se convirtió en un día amargo para su madre y sus hermanos quienes cada año hacían una oración para dar con su paradero. Con el paso del tiempo, más grande era su anhelo de encontrarlo.

“En ese momento sentí un dolor que solamente Dios y uno lo saben, los demás sólo juzgan y critican. Solamente uno guarda ese dolor”, manifestó Ana Jiménez en una entrevista con El Tiempo.

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Jhonatan Jiménez se lo robó un conocido de la familia

Juan Jiménez y Alfonso no opusieron resistencia porque alguien se llevara a su hermanito del jardín de su casa, ¿el motivo? El ladrón era Camilo Gómez, un conocido de la familia y amigo cercano del padrastro de los pequeños, quien era sargento de la Policía y maltrataba constantemente a Ana.

Siete años después, en 1994, Gómez se presentó en la casa de la familia Jiménez y confesó su crimen a Ana argumentando que se había llevado a Jhonatan por órdenes de su pareja.

“Me vino a decir que al niño se lo habían llevado para Estados Unidos y que estaba bien que él iba a estar mejor que conmigo, pues estaba con una familia adinerada”, recuerda Ana Jiménez, ignorando que esa pista falsa desviaría por muchos años el hallazgo de su pequeño.

En ese momento Ana Jiménez tomó la decisión de nunca mudarse de la casa de donde se robaron a Jhonatan, conservar el mismo número telefónico hasta la actualidad y no cambiar drásticamente la apariencia externa de su hogar con la ilusión de que algún día su hijo regresara.

“Yo tenía la ilusión de que algún día lo iba a ver, nunca me fui de la casa porque algún día iba a llegar mi hijo hecho un ‘bizcocho’”, manifestó la mujer en entrevista con el mismo medio de comunicación.

Retomando la búsqueda

Las pistas para dar con el paradero de Jhonatan Jiménez cada vez eran más escasas, los años pasaron y Juan, el pequeño que observaba por la ventana el día en que su hermano desapareció, se obsesionó por dar con su paradero.

Para continuar con sus estudios de actuación, Juan Jiménez viajó a Estados Unidos para cumplir dos de sus más grandes sueños: convertirse en un actor profesional y hallar a su hermano en el país norteamericano. No obstante, tras vivir cuatro años en dicho país, no pudo encontrarlo.

Durante su estadía en Estados Unidos, Juan viajaba constantemente a Colombia para dar con el paradero de Gómez, la única persona que tenía pistas sobre el destino que tuvo Jhonatan Jiménez y quien, después de su confesión en 1994, desapareció.

“Un día mi mamá encontró un documento donde aparecía la cédula de Camilo y uno de sus apellidos. Esto era maravilloso, estaba más cerca de encontrar a la persona que se robó a mi hermano. Traté de encontrarlo con un investigador privado y con amigos míos que tenían conexiones a ver si podían ayudarme a encontrarlo con el número de la cédula pero no logré nada. Un año después, en medio de la nada, empecé a buscar en Google y sin esperarlo encontré una foto de Camilo en Facebook”, narró Juan en una conversación con El Tiempo.

El hallazgo del actor fue decepcionante, el hombre que se robó a su hermano había muerto seis años atrás. La solución de Juan fue arriesgada: se hizo pasar por un hijo no reconocido de Camilo Gómez y se contactó con las hijas del malhechor.

Gracias a esto el joven pudo averiguar que Jhonatan Jiménez durmió en la casa de Gómez el mismo día en que fue hurtado. Ahí se enteró también, tras conversar con una hermana del ladrón, que ella estuvo a punto de adoptar al pequeño pero se resistió a hacerlo porque el niño no tenía el registro civil. Al día siguiente Camilo se llevó al menor y sus familiares nunca lo volvieron a ver. Juan de nuevo se quedó sin pistas.

La prueba milagrosa

En 2018 y de forma inesperada Juan Jiménez recibió un correo de una compañía de ADN llamada ‘My Heritage’, la cual estaba obsequiando kits de ADN para que las personas encontraran un posible parentesco con algún individuo de otro país. El joven actor contó la historia de Jhonatan Jiménez y la compañía lo seleccionó para realizarse la prueba.

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“Dentro de mí escuché esa voz que no es audible, ese pensamiento que no es tu mente, escuché la que ahora sé que es la voz de Dios que me dijo: Ahora sólo vas a esperar porque en cualquier parte del mundo donde él esté, él se va a hacer la prueba en la misma compañía y te va a contactar”, recordó el artista.

El 2 de diciembre de 2019 Juan recibió el correo electrónico de un sujeto llamado John. El hombre le escribía en inglés que gracias a la prueba de ADN se había enterado que ambos tenían un vínculo familiar.

“¡Oye! Soy John, actualmente vivo en Noruega. Fui adoptado en un orfanato en Colombia a la edad de cuatro años. No tengo familia conocida, lo cual es parte de la razón por la que tomé este examen… El resultado sugiere que eres mi medio hermano, tío o sobrino, así que a menos que tú también seas adoptado, ¡parece que estoy muy cerca de encontrar más información sobre lo que me pasó en Colombia en los años 80!”, escribió el hombre en su mensaje.

Lo primero que pensó Juan es que seguramente John era su medio hermano por parte de papá, pues al revisar su información el sujeto decía tener 30 años. Las cuentas no concordaban, Jhonatan Jiménez para ese momento debía tener 34.

Ambos se contactaron por redes sociales y luego de intercambiar fotografías de infancia, Juan comprobó que por fin había encontrado a su hermano menor.

Jhonatan Jiménez le contó a Juan que su familia lo adoptó en un orfanato de Colombia y que en ese establecimiento les dijeron que lo habían encontrado en la calle.

“Él creció pensando que su mamá o su papá lo habían tirado a la calle, pero nunca supo que lo habían robado”, recuerda el actor.

El reencuentro

Juan mantuvo varios días el hallazgo de Jhonatan en secreto, los dos hermanos pactaron su reencuentro para el día 2 de enero de 2020 en Noruega. Horas antes de viajar el artista le confesó la verdad a su mamá.

“Mi hijo me llamó. Yo estaba aquí en la casa, él oró por mí y después dijo: mamá, lo encontré. Y yo le dije: ¡A Jhonatan! Y me dijo: sí. Cuando colgué yo gritaba, dándole gracias a Dios, brincaba, subía, bajaba, llamé a mi familia y a mis amigos”, recuerda Ana.

Cuando por fin se reencontraron, Juan y Jhonatan se dieron un largo abrazo y entre lágrimas comenzaron a intercambiar vivencias.

Cinco días después Jhonatan Jiménez regresó a Colombia para reencontrase con el resto de sus hermanos y su madre. Esa noche se quedó en un hotel junto a Juan y al día siguiente se dirigieron al barrio en donde vivió sus primeros años de vida y donde desgraciadamente fue hurtado.

Jhonatan no se esperaba que el reencuentro con su madre fuera tan inolvidable. La familia Jiménez y sus vecinos organizaron un recibimiento por todo lo alto con pancartas de bienvenida, una chiva, una alfombra roja, globos y música en vivo.

Al final de la alfombra se encontraba su hermano Alfonso, su hermana, sus sobrinos y por supuesto, su madre, quien tenía en ese momento una pancarta de bienvenida mientras no podía contener sus lágrimas.

“Esa primera vez que lo vi yo temblaba, toda la familia estaba pendiente de que no me fuera a dar nada, las piernas como que no me daban, yo estaba parada con el letrero de bienvenida y sentía que me desmoronaba”, recuerda Ana.

En el reencuentro de Jhonatan Jiménez con su madre sobraron las palabras; la conexión entre ambos fue instantánea y desde entonces son inseparables.

“Es un milagro porque donde él estaba era difícil encontrarlo, eso no lo pudo hacer más que Dios y él utilizó a mi hijo, porque encontrarlo era como encontrar una aguja en un pajar”, recuerda la mujer.

Mira a continuación algunas fotografías del reencuentro de Jhonatan Jiménez y su familia:

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