Zharick León confesó que “sufrió” al grabar las escenas de ‘Pasión de gavilanes’ en el ‘bar Alcalá’

‘Rosario Montes’ es uno de los personajes más populares de la telenovela ‘Pasión de gavilanes’. Zharick León fue quien encarnó este rol en la primera temporada y conquistó al público latinoamericano; casi 20 años después, regresa para asumir nuevamente este papel para la segunda entrega de la producción de Telemundo.

‘Pasión de gavilanes’ es una de las producciones más vistas y populares a nivel internacional. La primera temporada se estrenó el 21 de octubre de 2003 y se convirtió en un fenómeno televiso y se ha mantenido vigente hasta ahora, como ‘Yo soy Betty, la fea’. Gracias a su éxito, Telemundo hizo una secuela que se transmitió desde el 14 de febrero hasta el 31 de mayo de 2022.

En esta entrega vimos el regreso de Zharick León para interpretar a Rosario Montes. La actriz y modelo colombiana ha recordado lo difícil que fue para ella grabar en el Alcalá hace 18 años.

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Las incomodidades de Zharick León para darle vida a ‘Rosario Montes’

En una entrevista para la revista People en Español, León afirmó que a diferencia de su persona, ella es muy tímida, por lo que grabar ciertas escenas le resultaba muy complicado, bailar y cantar en el bar era “una tortura”.

“A mí cuando me decían toda esta semana vamos a grabar bar, yo sufría como tú no tienes idea. Sufría porque la ropa era cortica, sufría porque eran unos tacones así, sufría porque tenía que bailar encima de la barra que eran 60 centímetros de ancho o quizás menos, sufría porque iba a ser con público, sufría porque el 80 % iban a ser hombres y ellos abajo y yo arriba en minifalda, sufría cuando iban todos los actores”, aseguró.

A pesar de su miedo y timidez, la actriz dijo que cuando se encendía la cámara, ella entraba en su personaje de la bella y sensual ‘Rosario Montes’ y la inseguridad desaparecía.

“Pasaba una cosa mágica y es lo que nos sucede a nosotros los actores, que cuando tú te pones el atuendo del personaje, te vistes, te maquillas, ya uno entra como en otro mood mágicamente, entonces ya yo me montaba ahí y a mí ya se me olvidaba todo lo demás. Pero seguía ese pudor, seguía esa pequeña timidez”, recordó.

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