El programa nipón y que lleva por nombre ‘Mi primer mandado’ ha generado debate en la comunidad internacional al observar niños que son enviados por sus padres a realizar compras por sí mismos y sin ningún tipo de seguridad.
Si bien en Latinoamérica no es común ver niños de 2 a 6 años subiéndose a un bus de transporte público, volver a sus casas después de salir de la escuela o elegir productos en un supermercado y hacer la fila en la caja para facturarlos, para las costumbres de Japón parece ser algo normal.
Pues la serie tiene como objetivo convertir a los menores en seres independientes y estimular tanto su creatividad como el nivel cognitivo frente a un mundo que impone desafíos y obstáculos tanto en el día a día como en el mundo laboral.
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El programa se emite hace 30 años en Japón bajo el argumento de que los caminos transitados por los niños son seguros y con un equipo de rodaje encargado de la seguridad, por lo que no deja de sorprender a los espectadores que rechazan los comportamientos de la cultura nipona.
Las opiniones no se han hecho esperar por fuera de Japón, pues la periodista británica, Tanith Carey, quien es especialista en temas de comportamiento infantil, le aseguró al portal Insider que si bien está de acuerdo en enseñarles a los niños ser independientes, “el programa se equivoca al convertir a los niños pequeños en figuras divertidas y reírse de ellos pidiéndoles que realicen tareas para las que no están preparados, desde el punto de vista del desarrollo”.
Las cámaras registran a los menores desde el momento en el que sus padres le solicita la misión, posterior a ello seguirlos durante el camino hasta mostrar si llevan el pedido completo a la devuelta.
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El programa ya está en la parrilla de Netflix y cuenta con la primera temporada. Los capítulos son cortos lo que le genera más atracción al contenido.
Por ejemplo, en el primer capitulo es enviado un niño de 2 años al supermercado del barrio para comprar un curry, un ramo de flores y pastales de pescado.
Pese a que aún el programa es una figura importante para la crianza de los niños en Japón, para el resto de Europa y América Latina no deja de ser impactante y sorprendente la manera en que los padres del país asiático.
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América Digital
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