La muerte de la princesa Diana fue uno de los eventos que más impactó en la década de los 90: era el tema del que todos hablaban, se escribieron libros y aparecieron decenas de teorías conspirativas.
Al cumplirse 25 años de la trágica muerte de Lady Di, uno de los médicos protagonistas de este acontecimiento ha dado algunas declaraciones sobre cómo fueron los últimos minutos de la cara más querida de la realeza británica.
“Me doy cuenta de que mi nombre siempre estará asociado a esta trágica noche (…) Me siento un poco responsable de sus últimos momentos”, lamentó el médico que la atendió esa noche.
El médico francés Frederic Mailliez, tuvo la difícil tarea de atender a la princesa Diana en la madrugada del 31 de agosto de 1997, luego de que el coche donde iba sufrió un terrible accidente que le costó la vida a ella y a otras 2 personas.
Aunque el rostro de Lady Di, era uno de los más fotografías de ese entonces, el doctor fue incapaz de reconocer su cara, y hasta el sol de hoy lamenta que su nombre esté asociado al trágico evento.
“Sé que es sorprendente, pero no reconocí a la princesa Diana (…) Estaba en el auto en el asiento trasero dando asistencia. Me di cuenta de que era muy hermosa, pero mi atención estaba tan concentrada en lo que tenía que hacer para salvar su vida que no tuve tiempo de pensar quién era esta mujer”, recordó el médico.
En una entrevista con la agencia The Associated Press, el especialista recordó con claridad la noche que pasó a ser la más importante de su vida, cuando de regreso a su casa se encontró con un auto mercedes humeante en el interior del túnel Pont de l’Alma en París.
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Mailliez aclaró que cuando se acercó al auto encontró a cuatro personas, 2 de las cuales había dado por muertas ya que no respondían a ningún estímulo; mientras que el resto aún se encontraba en estado crítico.
Diana, según su relato, estaba de rodillas junto al carro y presentaba dificultad para respirar.
“El pasajero delantero estaba gritando, estaba respirando. Podía esperar unos minutos. Y la pasajera, la señorita, estaba de rodillas en el piso del Mercedes, tenía la cabeza gacha. Tenía dificultad para respirar. Necesitaba ayuda rápida. Gracias a mi bolsa de respiración (…) recuperó un poco más de energía, pero no podía decir nada”, agregó.
Aunque han pasado 25 años, Frederic Maillez recuerda como si fuese ayer todos los destellos de los paparazzis y los gritos de cientos de reporteros, así como la voz de su cabeza que no dejaba de preguntarse: ‘¿Hice todo lo que pude para salvarla? ¿Hice correctamente mi trabajo?’.
La muerte de la princesa Diana sigue conmoviendo a millones de personas tras ganarse su corazón con su belleza y espontaneidad, pero también por la forma como su muerte marcó completamente a la monarquía británica.
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