Manuela tenía solo nueve años cuando su padre, Pablo Escobar, murió en un enfrentamiento con la Policía Nacional de Colombia el 2 de diciembre de 1993.
Para ese entonces ‘la muñeca sin dientes’, como la apodaba el narcotraficante, no entendía a plenitud las actividades delictivas de su padre y mucho menos, lo que pasaría con su familia tras la muerte del delincuente.
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En el entierro del capo del narcotráfico fue la última vez que se vio públicamente a la hija de Pablo Escobar antes que ella, su hermano y su mamá se exiliaran a Argentina, tras recibir amenazas de los enemigos de su padre.
La razón por la que la familia del narcotraficante se tuvo que ir de Colombia y cambiar sus identidades fue una entrevista radial. Minutos después de la muerte del capo de la droga, su hijo Juan Pablo aseguró públicamente que iba a vengar la muerte del ‘Patrón’.
Una vez en Argentina, Juan Pablo pasó a llamarse Sebastián Marroquín y la hija de Pablo Escobar adoptó el nombre Juana Manuela Marroquín. Por años la familia del narcotraficante estuvo en el anonimato, no obstante, el historial de su padre los terminó alcanzando.
Públicamente, ahora más apaciguado, Sebastián Marroquín ha dedicado su vida a escribir libros, vender mercancía y hacer conferencias referentes a la vida del delincuente colombiano.
Esta popularidad que ganó el joven alcanzó a su madre María Santos, quien en otras ocasiones ha accedido a dar entrevistas donde le preguntan sobre su matrimonio con Pablo Escobar. Sin embargo, Manuela mantiene un bajo perfil y poco se sabe sobre su vida.
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Infortunadamente lo poco que se sabe de Manuela Escobar es todo lo vivido durante su niñez, como el ‘unicornio’ que su padre le regaló y el zoológico en la reconocida hacienda Nápoles que el capo construyó para el disfrute de su única hija.
Después de casi 30 años, la única foto que existe de la hija de Pablo Escobar adulta fue tomada a inicios de 2019. En la fotografía aparece la mujer usando una sudadera gris con una blusa blanca holgada saliendo de un hotel en Palermo, Argentina, en compañía de su madre.
Dicha imagen fue tomada en su momento por periodistas cuando se vinculaba a la viuda de Escobar y a su hijo con el abogado Mateo Corvo y el narcotraficante José Piedrahita. Al final ambos fueron exonerados de los cargos de lavado de dinero.
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