El US Open, una de las cuatro mayores competencias del tenis mundial, recibió la autorización para realizarse en Nueva York, la ciudad más golpeada por el coronavirus en el planeta. Y no solo tiene luz verde, sino que el torneo se podrá llevar a cabo del 31 de agosto al 13 de septiembre, la fecha que estaba prevista originalmente.
La información fue confirmada por Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York. La autoridad escribió en su cuenta de Twitter: “El Abierto de Estados Unidos se celebrará en Queens, Nueva York, sin aficionados del 31 de agosto al 13 de septiembre”.
La celebración del US Open en Nueva York estuvo bajo tremendas incertidumbres por todo lo que ha sufrido la ciudad por el coronavirus. En la Gran Manzana se han contabilizado alrededor de 30.000 de las más de 116.000 muertes por COVID-19 en Estados Unidos.
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A pesar de que el Abierto de Estados Unidos ya tiene luz verde, hay grandes figuras del tenis que han puesto en dudas su participación. Por ejemplo, Novak Djokovic, número uno del mundo en el ranking ATP, no ha confirmado su asistencia.
La Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA, por sus siglas en inglés) argumentó su decisión de llevar a cabo el US Open en Nueva York a medios como el NY Times. “Desde el principio hemos construido este plan de una manera muy colaborativa; hablando con muchos actores implicados y consultando con expertos en seguridad sanitaria”, dijo Chris Widmaier, portavoz de la USTA. “Queremos seguir adelante con el torneo porque consideramos que podemos hacerlo”.
Según los protocolos de seguridad propuestos por la organización del US Open, los tenistas serán confinados en un hotel a las afueras de Manhattan; solo podrán estar acompañados por los miembros de su equipo. Las eliminatorias de clasificación de individuales serán suprimidas mientras que las categorías dobles se reducirán de 64 emparejamientos a solo 24.
Con Roger Federer fuera por una operación de rodilla, Djokovic y Rafael Nadal tampoco están muy ganados a la idea de ir a Nueva York para jugar el US Open.
“No tendríamos acceso a Manhattan. Tendríamos que dormir en hoteles en el aeropuerto, para ser sometidos a pruebas dos o tres veces por semana”, sostuvo Nole sobre el Abierto de Estados Unidos. “Además solo podríamos llevar una persona, lo cual es realmente imposible. Necesitas a tu entrenador, a tu entrenador físico y a tu fisioterapeuta”.
América Digital con información de AFP