La persona que pagó un millón de dólares por un bate que usó Lou Gehrig puede considerarse el hombre más afortunado sobre la faz de la tierra. Y el que lo vendió, también.
Según nota del portal ESPN, un madero que usó el legendario inicialista de los Yanquis de Nueva York en 1922 fue vendido la semana pasada en Texas durante una subasta. El monto: un millón veinticinco mil dólares. La institución que organizó la puja es Heritage Auctions.
El implemento estuvo en subasta en febrero y se le tasó en 950 mil dólares. No obstante, un comprador llegó después del martilleo y se llevó el objeto. “Habíamos discutido con el comprador durante las últimas dos semanas. Él decidió apretar el gatillo la semana pasada y hacer la compra”, dijo a ESPN Chris Ivy. Él es el director de subastas deportivas de Heritage Auctions.
Yvy explicó a ESPN que, según su experiencia, es raro que un objeto deportivo se cotice en una subasta por más de un millón de dólares.
“Vendimos una camiseta de Lou Gehrig de 1937 en una subasta diferente”, comentó. “Se usó en múltiples juegos. Por lo general, en ese momento, solo usarían cuatro camisetas durante una temporada completa; dos camisetas de casa y dos de carretera, y se alternarían. Lo vendimos en agosto del año pasado por $ 2.58 millones”.
Por qué pagaron un millón de dólares por un bate
Para entender por qué alguien está dispuesto de desprenderse de un millón de dólares por un garrote de madera hay que saber quién lo usó.
Lou Gehrig es una leyenda del beisbol de Grandes Ligas. El toletero zurdo bateó 493 jonrones en 17 temporadas con los Yanquis de Nueva York y tuvo promedio de .340. Remolcó 1.995 carreras. Forma parte del Salón de la Fama. Y fue el dueño de una marca que tardó más de medio siglo en romperse: la de 2.130 juegos disputados de manera ininterrumpida en las mayores. Por esa salud impenetrable fue llamado El Caballo de Hierro.
Desgraciadamente, esa salud inquebrantable lo abandonó. Y de la peor manera. Gehrig contrajo esclerosis lateral amiotrófica. Este mal mina progresivamente las funciones vitales hasta causar la muerte. La ELA es también conocida como la enfermedad de Lou Gehrig.
En 1939, dos años antes de morir, Gehrig recibió un homenaje en Yankee Stadium. A pesar de que sabía lo que le venía, el gran bateador dijo esta frase que pasó a la historia: “Hoy me considero el hombre más afortunado sobre la faz de la Tierra”. Falleció en 1941, a los 37 años de edad.