Quizás el nombre de Mark Hamilton no esté entre los libros dorados de Cardenales de San Luis, ni mucho menos de Grandes Ligas. Es uno de los pocos hombres que han tenido el talento suficiente para llegar al máximo nivel del juego, pero no tuvo una larga y próspera estadía. Sin embargo, puede que se transforme en un gran héroe para estos tiempos: combatirá la pandemia de COVID-19 como un médico de todas leyes.
El exbateador zurdo fue por un corto período entre 2010 y 2011 el sustituto del futuro miembro de Cooperstown Albert Pujols. Ahora será un graduando de la Escuela de Medicina Donald & Barbara Zucker, en Hofstra/Northwell. En cualquier momento ejercerá en Long Island, una de las zonas más golpeadas del mundo por el virus SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus.
“Podría recibir mañana una llamada en la que me digan que es tiempo de intervenir”, le dijo Hamilton a la agencia AP. “He tenido un viaje increíble para convertirme en médico durante los últimos cuatro años, y en ningún momento pensé que me encontraría ingresando al campo profesional en un momento como éste”.
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Mark Hamilton tiene 35 años de edad. Fue firmado como pelotero profesional a los 21 años, por Cardenales de San Luis, en la segunda ronda del draft universitario de 2006. Estuvo nueve temporadas en ligas menores, tanto con los pájaros rojos, como con Medias Rojas de Boston y Bravos de Atlanta. Dio 108 cuadrangulares, remolcó 462 carreras, bateó para .272 y su OPS (sumatoria de embasado y slugging) fue de .820.
“Lo que ha hecho Mark es una gran historia, sobre todo en este período tan agitado”, comentó Tony La Russa, exmánager miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, y quien dirigió a Hamilton en las dos campañas que estuvo en San Luis. “Lo que él hará ahí, en el frente, ayudando a las personas, es realmente importante”.
La historia de Mark Hamilton hace recordar la de Bobby Brown, infielder que fue toda una estrella en postemporadas con Yanquis de Nueva York, equipo con el que ganó cuatro Series Mundiales entre 1947 y 1951, y quien –además de ser combatiente de fuerzas militares y presidente de la Liga Americana- fue cardiólogo. Tanto Brown como Mark Hamilton jugaron beisbol para la Universidad de Tulane, en New Orleans.