Dentro de todo el escándalo y el ambiente tenso, Lionel Messi le ha hecho una petición al FC Barcelona: organizar una reunión para negociar su salida de la institución. El problema es que ahora es el equipo el que se resiste a parlamentar. Según reportes de la prensa deportiva de España, la junta directiva culé no quiere entrar en una habitación con el argentino, a menos que sea para hablar sobre su papel en el conjunto para la temporada 2020-2021.
Con el presidente Josep María Bartomeu a la cabeza, el tren ejecutivo del Barcelona desea solucionar la crisis, pero con Messi siendo parte del proyecto de Ronald Koeman. Ven al astro como una ficha intransferible. No obstante, y de acuerdo con lo informado por Sport, Leo no quiere seguir en el Camp Nou, y solo quiere hablar sobre su ida.
La petición de Messi para reunirse con el alto mando del Barcelona llegó después de que Bartomeu tratara de convencerlo de no realizar una salida unilateral. Sin embargo, la idea de jugar en otro lugar diferente a Cataluña no sale de la mente del 10.
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El diario Sport resalta que Messi, a pesar de que parece imposible, no quiere empeorar la crisis en el Barcelona, y desea lograr una salida por los buenos términos con una reunión. La relación del argentino con la identidad culé es muy buena, luego de más de 20 años de carrera en la organización. Terminar enojado con los lazos del equipo será un adiós poco justo para el futbolista más importante en los 121 años de historia del club.
Después de que Messi hizo la petición de reunirse, y según reporta el Diario Marca, en las altas esferas del Barcelona se pronunció esta frase: “O es para renovar o no hay nada que negociar”. Esa postura solo admite una salida forzosa de Messi por las vías de un conflicto legal, que el argentino siga vistiendo el azulgrana o que llegue un equipo y pague los 700 millones de euros de su cláusula de rescisión, una cifra que es prácticamente inviable para cualquier organización.
La petición de una reunión es una estrategia diferente de Messi y sus asesores, luego del burofax directo y sin anestesia que mandaron esta semana, y que desató el acabose en el Camp Nou. Además, según la prensa de España, en las oficinas del Barcelona están conscientes de los contactos del argentino con el Manchester City, por lo que no quieren facilitarle una ida gratuita y recalada en un rival directo en la Liga de Campeones.
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