La lógica se apegaba a que la laureada historia de la selección de Brasil debía comenzar en el Mundial de 1950, pero ocurrió el suceso que golpeó de forma imborrable al fútbol del país amazónico: el Maracanazo, cortesía de Uruguay. Hace exactamente 70 años el combinado charrúa dio una campanada y le arruinó la samba a todo Río de Janeiro.
Uruguay y Brasil llegaron al cuadrangular final del Mundial 1950, organizado por primera vez en la nación amazónica. Las dos selecciones sudamericanas se enfrentaban entre sí y contra los equipos europeos de Suecia y España.
Brasil llegó a su último partido después de machacar 7-1 a los suecos y 6-1 a los españoles. El favoritismo sobre el equipo local era evidente, además iba a estar apoyado por gran parte de las 173.850 almas que colmaron las tribunas del Maracaná, en Río de Janeiro.
Uruguay arribó al duelo decisivo tras empatar con España (2-2) y ganarle con nerviosismo a Suecia (3-2). Todos los ingredientes estaban sobre la mesa para que se cocinara el Maracanazo por Uruguay y Brasil, el hecho por el que es recordado el Mundial de 1950.
Ver también: Así vivió Xavi el título mundial de España en Sudáfrica 2010
En el primer tiempo los charrúas pudieron aguantar a los dueños de casa comandados por Ademir, máximo goleador del torneo con ocho dianas. Las redes de Uruguay y Brasil se batieron en la segunda mitad. Albino Friaca Cardoso marcó para la causa amazónica. El Maracaná tuvo que haber sido el lugar más bullicioso del planeta en ese momento. Sin embargo, ningún ruido amilanó a los charrúas. Uruguay empató a los 65 minutos con tanto Juan Alberto Schiaffino, pero el puñal mortal fue clavado a los 79’ por Alcides Edgardo Ghiggia.
El Maracanazo de Brasil 1950 se selló con el pitazo final del árbitro inglés George Reader. Contra todo pronóstico, Uruguay había ganado un partido épico en territorio hostil, y los logros de Brasil en la Copa del Mundo tuvieron un retraso de ocho años. No fue sino hasta 1958, en Suecia, cuando los amazónicos obtuvieron el primero de sus cinco cetros mundiales, gracias a los pies de Pelé.
Aquel juego entre Uruguay y Brasil, llevado a cabo el 16 de julio de 1950, tuvo tanta réplica histórica en el universo del fútbol, que actualmente cualquier gran sorpresa en un escenario pletórico puede adjetivarse como “Maracanazo”. De hecho, la humillante derrota que recibió Brasil con Alemania (7-1) en el Mundial de 2014, fue vista como el golpe más doloroso para el fútbol amazónico desde el Maracanazo de 1950.
América Digital