La novela del FC Barcelona que tiene como protagonistas al atacante francés Antoine Griezmann y al entrenador Quique Setién está en su “etapa cumbre”. El galo pasó de ser una enorme estrella, campeón del mundo con Francia, héroe de su país y figura de culto en Madrid, a convertirse en un cambio para los últimos minutos de un partido importante.
Antoine Griezmann ha perdido tanto protagonismo en el club culé -que además atraviesa una verdadera crisis-, que el mismo técnico del equipo sabe que el jugador puede “sentirse muy mal”. Setién ha dicho que no se disculpará con el francés por la forma en la que lo usó contra el Atlético de Madrid que –como para darle más sazón a la trama- fue la organización que lo vio brillar; pero sí hablará con él.
Se suponía que Griezmann iba a conformar junto con el argentino Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez uno de los tridentes más peligrosos del mundo. Por el contrario, el galo se ha convertido en alguien que ve a los sudamericanos desde la lejanía del banquillo. Hasta Diego Simeone, técnico del Atlético, dio su punto de vista sobre la novela de Griezmann y Setién en el Barcelona: “Sin palabras”, dijo como demostración de sorpresa.
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No se puede decir –al menos en este momento- que Antoine Griezmann es un fracaso en el Barcelona, aunque las estadísticas muestran un descenso en su producción anotadora. Tiene 43 partidos como azulgrana y 14 goles, para una media de 0.33, su menor cifra desde la temporada 2012-2013, cuando estaba en la Real Sociedad.
Si los problemas continúan y Griezmann y Setién no encuentran una manera en los próximos partidos, el francés podría ver muy de cerca a los siguientes casos en la historia culé. Estos son cinco grandes jugadores que fracasaron en el Barcelona.
Zlatan Ibrahimovic, dos temporadas
Griezmann y Setién hacen recordar el caso del sueco que solo pudo ayudar un año al Barcelona. En su primero tuvo un rendimiento modesto, y en su segundo año desapareció totalmente: solo jugó un partido en la Copa del Rey. Tuvo problemas con Guardiola y pronto se fue al AC Milan en donde volvió a ser Zlatan. En las temporadas 2009-2010 y 2010-2011 con el Barcelona jugó 41 partidos y anotó 21 goles.
Juan Román Riquelme, temporada 2002-2003
El baile que le pegó el argentino al Real Madrid en una Intercontinental en Japón interesó más al Barcelona. Riquelme llegó al Camp Nou pronto, con Louis van Gaal como técnico. La experiencia no fue tan agradable. Riquelme no mostró su genio, y aunque marcó seis goles e hizo 11 asistencias en 42 juegos, deslució. Se dice que el holandés no entendió que el argentino era un 10 nato, y le delegó las bandas del club. Es solo un poco parecido al caso Griezmann y Setién.
Alexis Sánchez, tres temporadas
“El Niño Maravilla” le decían a Alexis Sánchez, quien salió de Chile con una proyección como ningún otro jugador del país había tenido. Llegó al Barcelona y todo el sur del continente americano esperaba ver algo único. Pero, el chileno quedó relegado. Sus estadísticas no son un desastre, pero pocas veces se ganó la confianza del club. Luego fue al Arsenal y mostró su talento. La confianza es todo, sino que lo digan Griezmann y Setién.
Henrik Larsson, dos temporadas
Aquellos momentos con el Celtic FC, en Escocia, fueron dulces para el sueco. Allí se convirtió entre 1997 y 2004 en uno de los artilleros más peligrosos y precisos de Europa. Llegó al Barcelona de 2004 con mucha experiencia por su paso por mundiales y las ligas de Suecia, Holanda y Escocia. Pero no pudo brillar tanto como se esperaba, aunque ganó la liga esos dos años que estuvo entre culés. En 58 partidos anotó 19 goles. Este es otro caso que se recuerda gracias a los problemas de Griezmann y Setién.
Arda Turan, tres temporadas
El caso del turco es un spoiler a la novela de Griezmann y Setién. Llegó al Barcelona en 2015 tras ser una estrella en el Atlético de Madrid. Tuvo dos buenas temporadas en Cataluña, y luego… ¿Quién es Arda Turan? No jugó más. Es uno de los grandes fracasos que han ocurrido en el vestuario y la cancha del Barca.
América Digital