Hace 14 años Alemania 2006 terminaba. Ese mundial dejó muchas imágenes clásicas para el fútbol: Fabio Grosso batiendo a Fabien Barthez en la tanda de penales para titular a Italia como campeón del planeta; Andrea Pirlo gritándole al cielo embriagado de felicidad; Fabio Cannavaro alzando la copa; y –por supuesto-, poco antes de que todo se definiera, Zinedine Zidane dándole un cabezazo en el pecho a Marco Materazzi que se convirtió en una de las expulsiones más recordadas en la historia de los Mundiales.
Fue triste ver a Zizou, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, salir del Estadio Olímpico de Berlín botado por el árbitro Horacio Elizondo. Es, entre las expulsiones mundialistas, la tarjeta roja más importante de las últimas décadas. Ese 9 de julio de 2006, el vestuario de Francia vivió el silencio que solo existe en los aposentos de los perdedores. Ese día el lateral galo Willy Sagnol le dejó de hablar por dos años a Zidane; todos los futbolistas sabían que el capitán francés había cometido un pecado capital al dejarse expulsar en el tiempo extra.
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Años después se supo lo que desencadenó el cabezazo de Zidane a Materazzi que, por caprichos del fútbol, habían decidido ya el destino de ese partido. Zizou anotó un penal a los siete minutos de juego, y el italiano igualó con un certero testarazo a los 19. Por esas dianas es que la final de la Copa del Mundo 2006 se fue al tiempo extra y luego a los tiros desde el punto penal.
Zidane le dio el cabezazo a Materazzi luego de un intercambio de palabras típico de un partido de fútbol. El italiano chocó con el francés en una jugada. Zizou le dijo: “Al final del juego te doy mi camiseta”. Materazzi le contestó: “Prefiero a la p*** de tu hermana”. Segundos después Elizondo le mostraba la cartulina roja al galo.
Hay otras expulsiones en Mundiales que son recordadas, aunque quizás no al nivel del cabezazo de Zidane a Materazzi.
José Batista, la expulsión más rápida
José ‘Charly’ Batista era un defensor estrella para Uruguay en México 1986. Pero aún así el charrúa cometió un error infantil en el juego contra Escocia de la fase de grupos. Tuvo una fuerte entrada contra Gordon Strachan y, con solo 56 segundos de partido, vio la tarjeta roja. El cabezazo de Zidane a Materazzi es muy recordado por definir la final de 2006, pero la expulsión de Batista es célebre por ser la más rápida en la historia de los Mundiales.
“Ni los escoceses se lo creían”, dijo Batista años después sobre la expulsión que le anotó el árbitro francés Joel Quiniou.
Un escupitajo en octavos de Italia 1990
Siempre ha existido una rivalidad entre Alemania y Holanda. Hay implicaciones geográficas y situaciones históricas que alimentan la pasión en ese duelo. El punto más tenso entre ambas selecciones se vivió en Italia 1990. Aquí no hubo un golpe como el cabezazo de Zidane a Materazzi, hubo saliva. Frank Rijkaard escupió los rizos de Rudi Völler; ambos eran figuras enormes de sus países. Los dos fueron expulsados. El duelo de octavos de final fue ganado por Alemania 2-1.
Beckham odiado por Inglaterra
No se puede decir que lo que hizo David Beckham en Francia 1998 tiene la misma saña que el cabezazo de Zidane a Materazzi. Pero de todas maneras, el inglés cometió un error que hundió a su selección en octavos de final. El mediocampista, en el juego contra Argentina, recibió un tremendo empujón de Diego Simeone.
Ya tirado en el piso, Beckham levantó la pierna derecha, le dio al gaucho que –con picardía- exageró. David fue expulsado del partido. Años después contó que, apenas salió del estadio, lloró en el hombro de su padre y por varios meses recibió amenazas de muerte.
La mano que hizo llorar a Ghana
Es bien conocida la garra charrúa. ¿Qué quiere decir eso? Que muchas veces es más fácil matar a Uruguay que ganarle en la cancha, incluso si el equipo celeste es inferior en calidad. Luis Suárez, estrella del Barcelona actualmente, era un joven goleador en Sudáfrica 2010. En cuartos de final Uruguay llegó al tiempo extra igualado a un gol con Ghana. En los últimos segundos los africanos atacaron. Tras una jugada a balón parado, Suárez salvó legalmente un tiro a puerta y luego paró un disparo con las dos manos. Obviamente fue expulsado, pero a diferencia de Francia, que fue afectado por el cabezazo de Zidane a Materazzi, Uruguay se benefició de la osadía de Suárez. Asamoah Gyan erró el cobro penal y Uruguay ganó el juego en la tanda de los 11 pasos.
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