La imagen causó estupor: Rudy Gobert, un gigantesco basquetero francés de 2,16 metros de estatura comportándose como un pequeñín tocando todos los micrófonos durante una rueda de prensa, en flagrante contravención de los protocolos de prevención contra la pandemia del coronavirus. Como si no bastó tamaña imprudencia, también se dio a la tarea de tocar, a manera de chanza, a varios de sus compañeros en los Jazz de Utah, su equipo en la NBA. Gobert Invocó al Covid-19 y este hizo su aparición: Gobert contrajo el virus y contagió, al menos, a un camarada. Técnico para él.
Gobert no es el único atleta de alto rendimiento que se ha tomado deportivamente las medidas de distanciamiento social recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para que la epidemia no siga ganándole por paliza a la humanidad. Hay otros deportistas que están violando el fair play en este partido que la especie está perdiendo.
Gobert no está solo
Un caso reciente es el del atacante,argentino de la Juventus Gonzalo Higuaín, quien la noche del 18 de marzo, según reportó el diario romano La Repubblica, se evadió de la cuarentena voluntaria a la que se sometió todo el plantel juventino y voló en un jet privado a su país. Higuaín, aunque salió limpio en una prueba, es un potencial agente de contagio porque dos compañeros suyos, Daniel Rugani y Blaise Matuidi, dieron positivo en una prueba de despistaje de coronavirus. La Vecchia Signora tiene su sede en Turín, al norte de Italia, actual epicentro del Covid-19. La Bota Europea registra la mayor cantidad de muertes en el mundo como consecuencia de este mal.
Lo más insólito de la fuga de Higuaín es el motivo: según el diario argentino La Nación, el Pipita voló a Buenos Aires para acompañar a su madre, enferma de cáncer. Se trata de una adulta mayor y con las defensas comprometidas, es decir, una potencial víctima mortal del virus. Higuaín marró el gol con el arco vacío.
Buen novio, mal ciudadano
Otro caso reciente es el del delantero serbo-bosnio Luka Jovic, procesado por la justicia serbia al violar la cuarentena domiciliaria obligatoria que le fue impuesta al llegar en un avión privado desde Madrid, el principal foco infeccioso en España, uno de los reinos del coronavirus y donde se ha cobrado más de mil vidas.
El portal serbio Informer publicó que Jovic, de 22 años de edad, abandonó su residencia para celebrar el cumpleaños de su novia. El gobierno de Belgrado está que echa chispas, y al más alto nivel. “Tenemos ejemplos negativos de nuestras estrellas de fútbol que cobran millones e ignoran el autoaislamiento obligatorio al regresar a casa”, dijo nada menos que la primera ministra, Ana Brnabic, según el diario español El País. “Hay denuncias penales contra algunos deportistas ricos, y el que sean deportistas y ricos no será un impedimento para que sean castigados”, declaró el ministro del Interior, Nebojsa Stefanovic. Jovic enfrenta una pena de hasta tres años de prisión.