Daniel Bramble es un británico de 30 años que sueña con ir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que, a pesar del nombre, se celebrarán el próximo año debido a las complicaciones generadas por el nuevo coronavirus. Se trata de un saltador largo que, si bien no es favorito para ganar preseas, tiene un recorrido interesante en el mundo del atletismo.
En 2017 fue el campeón europeo con un salto de 8.00 metros. También compitió en el Campeonato Mundial 2015, en Beijing, aunque sin mucho éxito. Tiene posibilidades de ir al torneo de atletismo de los Juegos Olímpicos del próximo año, pero no cuenta con financiamiento. Bramble decidió tomar cartas en el asunto y buscar el dinero por su propia cuenta: encontró trabajo como repartidor de Amazon, y su historia se volvió viral.
Daniel Bramble no solo buscó un trabajo poco usual para un atleta de alto rendimiento, también comenzó a recaudar fondos a través de GoFoundme. Para el amanecer de este martes tenía acumulado 16.012 euros, gracias a las donaciones.
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“Si hace un año me hubiera dicho que en año olímpico estaría repartiendo paquetes de Amazon te diría que eso es una locura”, dijo Daniel Bramble en una entrevista para EFE. “Llevaba un mes de confinamiento y decidió buscar un trabajo. Le eché un vistazo a los trabajos de repartidos. Necesitaba un trabajo porque me pasaba el día jugando con el PlayStation y durmiendo. Tenía que salir y estar activo”.
Poco tiempo tardó Daniel Bramble en darse cuenta que repartir paquetes puede ser tan difícil como el entrenamiento de un atleta olímpico. Incluso vio cómo su rutina de deportista se vi afectada por su nuevo oficio.
“La primera semana fue terrible. Andaba al día diez o doce kilómetros. Cargando cajas muy pesadas. En total, repartía unos 15 paquetes diarios, una locura. Por las noches estaba tan cansado que no hacía nada más”, contó Daniel Bramble. “Me pasaba el día andando subiendo edificios de diez plantas sin ascensor. Era imposible entrenar. Al mediodía tenía un parón de diez minutos para comer y después tenía que seguir trabajando. Al llegar a casa estaba reventado”.
Quién sabe si Daniel Bramble podrá cumplir su sueño y medirse contra los mejores saltadores largos del mundo en Tokio, el próximo año. Lo cierto es que nadie puede decir que no ha hecho todo para cumplir la ilusión en realidad.
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