No hay buenas noticias con los alpinistas desaparecidos hace dos semanas en la montaña K2: el gobierno de Pakistán los da por muertos. Entre los aventureros se incluye al chileno Juan Pablo Mohr, quien ha tenido en vilo a los medios de comunicación del país austral durante los últimos días.
El ascensionista chileno estaba acompañado por el islandés John Snorri y el paquistaní Muhammad Ali Sadpara. El trío comenzó la subida de la última etapa de la peligrosa montaña el 5 de febrero. El K2 es una de las montañas más altas del mundo; de hecho, se trata de la segunda mayor cima, con 8.611 metros de altura. Desde esa fecha no se sabe nada de ninguno.
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“Todos los meteorólogos, los montañistas, y los expertos del ejército paquistaní llegaron a la conclusión de que un ser humano no puede vivir tanto tiempo en estas condiciones tan extremas”, declaró Raja Nasir Ali Khan, ministro de Turismo de la región Gilgit-Baltistán, sobre los tres alpinistas desaparecidos en el K2. “Por eso anunciamos que están muertos”.
De las 14 montañas de ocho mil o más metros en el mundo, el K2 (entre la frontera entre China y Pakistán) no es solo una de las más altas, también es una de las más difíciles. Se cree que es la más complicada del grupo de los “ochomiles”. Además es la segunda con mayor mortalidad, solo por detrás del Annapurna (Nepal), que tiene 8.091 metros. La mayor cima del mundo es la del Everest con 8.848 metros.
“Las palabras jamás serán suficientes para expresar el dolor que hoy enfrentamos”, escribió la familia de Juan Pablo Mohr, en una carta pública, poco después del anuncio de los alpinistas muertos en el K2. “Aun así, cuando las operaciones de rescate en Pakistán han llegado a su término, ocuparemos nuestra voz como familia para dar las gracias”.
Juan Pablo Mohr no era un montañista novato. La agencia de noticias AFP reseñó que el suramericano tenía una dilatada experiencia en las escaladas de las montañas más altas del mundo.
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