Un héroe surcoreano en Grandes Ligas llamado Shin-Soo Choo.
Shin-Soo Choo es el mejor beisbolista que ha existido en la península coreana. Y hay evidencias de que, como persona, es un Salón de la Fama.
El jardinero surcoreano de los Rangers de Texas donará mil dólares a cada uno de los casi doscientos peloteros que tienen los Rangers en sus categorías formativas. Son casi doscientos mil dólares los que saldrán del bolsillo del toletero zurdo de 37 años de edad. Son su colaboración en medio de las penurias que está causando la pandemia de coronavirus.
¿Y saben qué es lo mejor? Que cumplió con la regla de oro de todo genuino filántropo. No cacareó el donativo. De no ser porque un medio de su país accedió a un intercambio de textos entre él y uno de los beneficiarios, la contribución de Choo no hubiese sido pública.
Naver Sports es un portal surcoreano que se enteró de la propuesta que Choo hizo a los Rangers de Texas a mediados de marzo. El diario Dallas Morning News publicó una nota y citó la conversación entre Choo y el ligaminorista Eli White. .
“Gracias por ayudarme con las cuentas. Esto nos va a ayudar mucho a mi esposa y a mí”, le escribe White al grandeliga surcoreano. Y este le contesta: Por dinero no te preocupes, Eli. Tú sigue jugando. Avísame si necesitas algo más”. Choo conoció a White en los campos de entrenamiento.
“Nunca olvidaré las ligas menores”, le declaró Choo al reportero del Dallas Morning News, Evan Grant. “En 2005 me saltaba comidas y así ahorraba dinero para comprarle pañales a mi hijo”.
Héroe surcoreano en Grandes Ligas y en Corea
Choo no fue un caso de luz hacia afuera y oscuridad hacia adentro. El reportero Evan Grant informó que el jugador había aportado doscientos mil dólares para la recuperación de la ciudad surcoreana de Daegu, uno de los principales focos infecciosos de SARS Covid-19 en su país. Choo debía recibir 21 millones de dólares por jugar la temporada de Grandes Ligas correspondiente a 2020. Casi seguramente no podrá cobrarlos completos por la pausa que ha causado el coronavirus. Pero adquirió cupones para el cielo con este gesto.