Las autoridades sanitarias, además de luchar contra una pandemia, enfrentan un nuevo riesgo: los remedios falsos contra el COVID-19, que realmente no tienen una efectividad comprobada.
Ajo, alcohol etílico y vaporizaciones hacen parte de las decenas de rumores que la Organización Mundial de la Salud ha desmentido.
Uno de los primeros casos de riesgo por la práctica de remedios falsos contra el COVID-19 se presentó en Irán.
Irán, uno de los países más afectados por el COVID-19, más de 210 personas murieron envenenadas por beber alcohol adulterado, luego de que circulara en Internet que podían tratar o evitar la enfermedad con este método.
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Otro caso involucró el ajo y a una mujer en China. Según reportó el South China Morning Post, una mujer fue hospitalizada por inflamación severa de garganta, luego de haberse comido 1,5 kilos de ajo crudo. Todo en un intento por evitar el contagio.
La Organización Mundial de la Salud indica que el ajo es un alimento saludable que puede tener algunas propiedades antimicrobianas. Es decir, tiene agentes que matan microorganismos o detienen su crecimiento.
Pero pese a estos beneficios, no existe ninguna evidencia científica que pueda comprobar su efectividad contra el coronavirus y el consumo exagerado de este, podría ser contraproducente.
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En nuestro video expertos y entes especializados explican los riesgos de replicar estos y otro tipo de remedios falsos.
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