“Llevo trabajando en este mercado 35 años y nunca lo había visto así. Nunca había visto Delhi tan vacía, por primera vez en mi vida no hay nadie en la carretera”, dijo a la agencia EFE, Manoj Gupta, propietario de un comercio de alimentación en el barrio acomodado de Defence Colony, en la India.
Este domingo el país amaneció extrañamente desierto en una jornada en la que 1.300 millones de personas estaban llamadas a quedarse en casa.
Un toque de queda “popular” de 14 horas como preámbulo para futuras medidas de confinamiento total.
Las bulliciosas calles de las grandes metrópolis de la nación asiática aparecieron vacías.
Las cifras de infecciones aumentaron a 324 y el número de fallecidos a 5.
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El silencio en la capital se quebró cuando sus habitantes se asomaron a los balcones para aplaudir en gratitud a los trabajadores de sectores esenciales.
Minutos después, el jefe de Gobierno de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, anunció que la capital impondrá un toque de queda manteniendo servicios esenciales hasta el 31 de marzo.
“Se han hecho algunas excepciones para asegurar que los bienes esenciales siguen disponibles y los servicios básicos continúan funcionando”.
El transporte público permanecerá cerrado.
-Cuarentena total-
Son muchas las voces escépticas sobre la efectividad de menos de 14 horas de aislamiento social, tanto entre los expertos en salud como en los ciudadanos de a pie.
Manek, un joven veinteañero que volvía a casa en coche, explicó a la agencia Efe que la medida es “necesaria” pero “demasiado corta por el momento”, “debería durar al menos una semana (…)”.
A pesar de que la India no ha decretado medidas drásticas, sí ha ido cerrando progresivamente sus fronteras, primero a vuelos procedentes de algunas naciones en particular y el pasado jueves a cualquier avión de pasajeros procedente del extranjero durante una semana.
El país suspendió hoy y hasta el 31 de marzo todos los trenes del país, excepto los de mercancías.
“Los gobiernos regionales han sido informados de que deben publicar órdenes para permitir la operación de servicios esenciales en los 75 distritos en los que se han confirmado casos o fallecimientos debido al COVID-19”, informó el Gobierno central en un comunicado.
Varios estados, como Punjab y Cachemira (norte) u Orissa (este) ampliarán además el toque de queda hasta el 31 de marzo.
La India es el segundo más poblado del mundo con 1.300 millones de habitantes, y un sistema de salud frágil, debe permanecer “alerta y cauteloso”.