Una investigación realizada por la Universidad de Glasgow (Escocia) logró establecer que el virus del resfriado común podría dar cierto nivel de protección transitoria frente al COVID-19.
El estudio evidenció que el rinovirus humano (el virus que causa el resfriado común) desencadena una respuesta inmune innata que parece bloquear la replicación del coronavirus en las células del tracto respiratorio, pero esta posible protección sería de corta duración.
El virólogo y uno de los autores del estudio, Pablo Murcia, explicó que estos hallazgos se lograron identificar tras hacer un análisis con células en el laboratorio, en los que se pudo demostrar que cuando una persona tiene el virus del resfriado quedaría protegida durante unos días frente al COVID-19.
Asimismo, el equipo de investigadores también utilizó modelos matemáticos desarrollados por expertos del Imperial College de Londres con los que se logró evidenciar que “cuando haya una alta prevalencia de rinovirus en el ambiente, los casos nuevos de COVID-19 van a bajar”, un escenario que será importante para manejar la pandemia a futuro.
La relación entre los virus
El investigador Pablo Murcia había concluido un estudio a finales de 2019 en el que pudo demostrar que el virus del resfriado “interacciona negativamente con el de la gripe”, por lo que cuando existe una alta prevalencia en la población de rinovirus hay baja circulación de influenza y viceversa.
En el contexto de la pandemia, estos hallazgos lo llevaron a pesar de que podía haber una correlación también entre el rinovirus y el actual COVID-19.
El reto para estudiar la interacción entre los virus es que el rinovirus no se diagnostica por test, así que es más difícil medir su prevalencia. Además, las restricciones para contener el COVID-19 han reducido su incidencia y la de otros patógenos en la población ante una menor interacción y uso extensivo de las mascarillas.
“Lo que hicimos fue evaluar si hay interacciones entre el rinovirus y el COVID-19, usando un modelo de cultivo celular muy sofisticado en el laboratorio que replica bien la estructura y función del aparato respiratorio humano”, explicó Murcia.
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De acuerdo con el experto, lo que se observó es que que cuando las células se infectan con los dos virus a la vez, el rinovirus se replica perfectamente bien y el COVID-19 no puede reproducirse ya que no puede transmitirse de célula a célula.
En ese sentido, el rinovirus humano desencadena una respuesta inmune innata en las células epiteliales respiratorias que bloquea la replicación del virus que provoca el COVID-19.
“Esto significa que la respuesta inmune causada por infecciones leves por el virus del resfriado común podría proporcionar algún nivel de protección transitoria contra el COVID-19, bloqueando potencialmente su transmisión y reduciendo su gravedad”, explicó Murcia.
El virólogo señala que si a través de la genómica se identifican los genes que activan el rinovirus, se pueden tratar de ver “los efectos de esos genes individualmente contra el virus de la COVID-19”, y si se detectan genes antivirales, ello podría llevar eventualmente a desarrollar nuevos tratamientos.
“El coronavirus tiene que competir con los demás virus que también están circulando, por lo cual, en las épocas en que tengamos una alta cantidad de resfriados comunes causados por rinovirus, se podría esperar una bajada en el número de casos de COVID-19”, resaltó Murcia.
El estudio, publicado en la revista Journal of Infectious Diseases, resalta que estos hallazgos serían fundamentales para desarrollar nuevos estudios a nivel molecular para entender la interacción entre varios virus y su transmisión con el objetivo de diseñar estrategias a futuro para el manejo del COVID-19.
“A nivel de salud pública, esto permite planificar hacia adelante de cara al sistema de salud; por ejemplo, cuántas camas van a ser necesarias”, resaltaron los expertos.
Una de las mayores incertidumbres que tiene la comunidad científica estaría relacionada con el comportamiento futuro del COVID-19 en época de otoño y de invierno ante la posibilidad de que se convierta en un virus estacional como la gripe.
Finalmente, los investigadores aseguraron que estos hallazgos de laboratorio podrían explicar por qué los niños, que padecen más rinovirus que los adultos, no se han contagiado ni han sido tan afectados por el COVID-19 durante la pandemia.
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