El Tribunal Supremo de Justicia en Venezuela (TSJ) ordenó este viernes a la estatal Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) la ocupación de la empresa Directv y la restitución de su señal, cuyo servicio había sido cancelado esta semana por no poder convivir con las sanciones de Estados Unidos y las leyes locales.
En una entrevista para el programa En Conexión conducido por César Miguel Rondón, el periodista especializado en la fuente política, Alonso Moleiro, habló sobre cuáles podrían ser las razones detrás de esta medida.
De acuerdo con el periodista, es posible que esta decisión del Tribunal sea para permitirle el régimen de Nicolás Maduro “neutralizar” cualquier iniciativa que haya podido tener la compañía de seguir funcionando en Venezuela desde otro país.
“Me parece que se están anticipando a que Directv pudiera seguir operando desde Colombia“, precisó.
Asimismo, Moleiro sostuvo que también hay una posibilidad de que se pretenda buscar otro servicio de cablera vinculado al Gobierno. Esto, para “aprovechar” la oportunidad de ofrecer una programación que le convenga al sector oficial.
Pero, ¿cuál sería el riesgo de ocupar unas instalaciones que pertenecen a AT&T?
El experto en política precisó que si bien es cierto que sería un problema para la administración de Maduro tomar la sede de Directv, también consideró que actualmente en Venezuela hay una “total primitivización” de la gestión.
“Creo que el gobierno está dispuesto a hacer algunas cosas. Sobre todo, si las consecuencias de no hacerlo pueden ser más graves para ellos“, argumentó.
Apropósito de la orden de detención dictada en contra del opositor Yon Goicoechea, Moleiro dijo que es otra prueba del endurecimiento del régimen; así como de la imposición de los sectores “más radicales”.
La diferencia entre la Venezuela “de antes y la de ahora”, apuntó el periodista, es que en los años 90 no había una “dictadura” en el país.
De hecho, el periodista consideró que la resiliencia de los ciudadanos parte de que el actual Gobierno tiene una manera de reprimir “mucho más siniestra” que los anteriores.
En ese sentido, opinó que algunas ramas de la oposición ya se han resignaron a coexistir con el régimen. Sin embargo, “no lo dicen públicamente”, concluyó.
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