La trama sobre el presunto espionaje ruso en Reino Unido se agudiza cada día más. Desde hace varios años, la inteligencia británica ha denunciado el espionaje ruso dentro de su país. Esta semana, el gobierno de Boris Johnson afirmó que varios hackers rusos intentaron robar datos de la vacuna contra el COVID-19 que desarrolla la Universidad de Oxford.
Finalmente, este miércoles se presentó un reporte sobre la influencia rusa en la política británica. Aunque el informe no determina que el gobierno de Vladimir Putin haya tenido incidencia en las consultas sobre la independencia de Escocia en 2014, y en del Brexit en 2016, sí afirma que el Reino Unido ha sido blanco de ataques por parte del gobierno ruso, debido a su cercanía con Estados Unidos y por ser contemplado como el “enlace central de Occidente en contra de Rusia”.
El corresponsal de El País en Londres, Rafa de Miguel, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Ha sido un golpe muy duro para el gobierno y una noticia muy polémica. La comisión de seguridad e inteligencia de la Cámara de los Comunes lleva trabajando en este informe tres años, para determinar el grado de injerencia rusa en el entorno británico. El informe estaba preparado antes de las elecciones del pasado diciembre, pero el gobierno de Boris Johnson decidió retrasar su publicación con el argumento de que se estaba conformando una nueva comisión de inteligencia en el parlamento. El informe es demoledor. Acusan al gobierno de no haber querido investigar las injerencias rusas en los referendos de la independencia de Escocia y del Brexit. Es algo que quedará pendiente, porque el gobierno no ha dicho que lo quiere investigar”, explicó de Miguel.
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El informe deja por sentado un especial interés del gobierno ruso en el Reino Unido.
“Hay varias razones. En primer lugar, el gobierno ruso sitúa como objetivo prioritario los servicios de inteligencia británicos y esa red conocida como los cinco ojos, en la que también está Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos. Es un servicio de inteligencia de mucho prestigio, cuya información es de interés de Moscú. También hay que tomar en cuenta que el propio Reino Unido es una plataforma de adentramiento en lo que es Europa y occidental. A esto hay que añadir las buenas condiciones financieras que ofrece Londres a muchos oligarcas rusos vinculados al régimen de Putin que se han infiltrado en todos los entornos políticos y económicos británicos. Asimismo, se generan los denominados facilitadores, que son funcionarios de las instituciones británicas que han permitido la entrada masiva de los agentes rusos”, agregó el periodista.
América Digital
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