En su editorial del 5 de agosto, César Miguel Rondón comienza destaca que apenas se supo la decisión de arresto domiciliario al ex presidente de Colombia Álvaro Uribe Velez, no pudimos sino trasladarnos al pasado
venezolano.
El periodista recuerda que En 1994, el entonces Presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, fue juzgado por uso
fraudulento de fondos reservados en un juicio definitivamente político que terminó con su presidencia. La historia ha ido desnudando poco a poco la verdadera intención que se ocultaba sobre esta acción de la justicia venezolana. Nuevos actores y ambiciosos políticos de corta visión, estaban abriendo paso a lo que ha arrasado con nuestro país. Una izquierda corrupta, ligada a los movimientos guerrilleros de las FARC y el ELN, que se hizo con el poder y que no ha tenido empacho en dejar como un monto írrito lo supuestamente malversado por
Pérez. El chavismo ha robado a Venezuela miles de millones de dólares y lo que ha dejado tras de sí es una enorme destrucción.
Basta ver cómo se dieron los hechos. La BBC lo cuenta así: “Todo empezó cuando, durante un debate en el Congreso, el senador Iván Cepeda, del partido de izquierda Polo Democrático Alternativo, acusó a Uribe de tener nexos con grupos paramilitares y de narcotraficantes. Señalaba que Álvaro Uribe con su hermano Santiago Uribe, había fundado una rama de las Autodefensas Unidas de Colombia. Para apoyar su acusaciones, presentó varios testimonios de antiguos paramilitares”.
El gobierno de Uribe 2002-2006 y luego 2006-2010, se caracterizó por la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, redujo el secuestro, cuyas cifras descendieron de 2281 a 213 por año; también los homicidios, que pasaron de 29 mil a 16 mil. Uribe adelantó acercamientosde paz con distintas facciones del conflicto armado en Colombia como el ELN (Ejército de Liberación Nacional), las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y las AUC (autodefensas unidas de Colombia). A Uribe también se debe la desmovilización de grupos paramilitares que incluyó la Ley de Justicia y Paz. Pero su gobierno fue criticado también por diversas organizaciones colombianas e internacionales por presuntas violaciones a los derechos humanos de esos grupos a los que desmovilizó. Los llamados falsos positivos, asesinatos extrajudiciales de civiles que fueron calificados luego como “muertos en combate”
Muchos analistas coinciden en señalar que en esta jugada no es Uribe el objetivo, sino el propio Presidente actual, Iván Duque, pupilo de Uribe y el más importante aliado de la oposición al régimen dictatorial de Nicolás Maduro en Venezuela. ¿Lo es también el propio sistema democrático colombiano?.
Recuerdo una oportunidad invitado por un buen amigo colombiano, asistimos a un almuerzo en Bogotá con políticos y periodistas. Fue una experiencia algo agria escuchar la ligereza con la que juzgaban el asunto venezolano, asegurando que con su cultura política, el colombiano jamás dejaría que algo así sucediera en su país. No deseo que eso ocurra, pero creo que hay que saber leer las señales a tiempo y mientras tanto, poner las barbas en remojo.