Desde hace diez días Bielorrusia es un hervidero de protestas, luego de que Alexander Lukashenko se proclamara ganador de las sextas elecciones presidenciales. Sin embargo, las denuncias de fraude electoral se hicieron crecientes y miles de personas se lanzaron a la calle para protestar contra Lukashenko, quien ostenta el poder desde 1994.
Las demandas de los protestantes es que Svetlana Tikhanovskaya, quien tuvo que salir al exilio por múltiples amenazas, sea reconocida como Presidenta.
Katsiaryna Shmatsina, analista política de Bielorrusia, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Los sucesos de hoy fueron fuertes. Las huelgas y protestas continúan, pidiendo la renuncia del presidente Alexander Lukashenko. También se han producido declaraciones de varios personajes del régimen diciendo que apoyan al pueblo. La situación ha llegado a tal límite que anteriormente, las personas que protestaban corrían el riesgo de perder sus trabajos, pero ahora corren el riesgo de ser perseguidos”, dijo Shmatsina
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Miles de personas han salido a las calles a pedir la dimisión de Lukashenko. Hasta el momento se contabilizan 7.000 detenidos. Algunos han sido liberados y han denunciado torturas por parte de la policía.
“Son muchos los que se han sumado a pedir la renuncia del régimen. Hay funcionarios de la policía que se suman a las protestas. También han hablado funcionarios del ministerio de relaciones exteriores, lo que indica que hay una fractura a lo interno del grupo. Este lunes se produjeron las manifestaciones más masivas en la historia moderna de Bielorrusa”, agregó la analista.
El descontento de la población es grande. Trabajadores descontentos interrumpieron este domingo una alocución de Lukashenko a los medios de comunicación.
“Hay empleados de bajo nivel del sistema de los ministerios que se han sumado a las protestas en los últimos días. Un alto oficial habló frente a la multitud y esto le inspiró mucho a la manifestación de personas. Sin embargo, este funcionario ahora corre altos riesgos. Por ejemplo, el director del teatro nacional, que habló en contra de Lukashenko perdió el empleo. Los tecnócratas están midiendo los riesgos que pudieran tener. O apoyan a Lukashenko quien tiene los niveles de popularidad bajos, o la oposición que va creciendo en sus apoyos” explicó Shmatsina
Bielorrusia, como la mayoría de los países del este de Europa, está bajo la influencia rusa. Queda la duda sobre el apoyo que le pudiera estar dando Vladimir Putin a Lukashenko.
“Yo diría que es prematuro poner a Putin interviniendo en nombre de Lukashenko, porque para este momento es un aliado muy tóxico. Si los rusos se mueven de manera agresiva en Bielorrusia debilitarían su imagen. Putin quiere mantener a Bielorrusia en su área de influencia, pero tratarán de hacerlo por otras vías”, añadió la experta.
América Digital
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