El Estado de la Florida se ha convertido en un epicentro de la pandemia del COVID-19. El pasado sábado se registró una cifra récord de nuevos casos al contabilizar 9.585. En total, para la fecha, el Estado presenta 152.000 infectados y 3.505 fallecidos.
Ante esta situación, los alcaldes de los cuatro condados del sur de la Florida, Miami Dade, Broward, Palm Beach y Monroe, han decidido cerrar las playas el fin de semana del 4 de julio.
La periodista Doricer Alvarado abordó el tema en el programa Día a Día, con César Miguel Rondón.
“La decisión del alcalde de Miami Dade, Carlos Giménez, de cerrar las playas, es replicada en los otros condados del sur de la Florida. No solo se espera el cierre de playas, también se cerrarán las piscinas en los hoteles. Se han tomado otras medidas como la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en los bares y el alcalde de Miami Dade firmó una orden ejecutiva que obligará a los restaurantes cerrar a media noche”, dijo Alvarado.
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Al mismo tiempo que los alcaldes toman estas medidas, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, afirma que no darán marcha atrás en la desescalada.
“El gobernador ha sido recurrente en decir eso que no volverán la fase 1 de reapertura, pero tampoco van a avanzar en la siguiente fase. Sin embargo, el hecho de estas medidas significa medio paso hacia atrás. Los médicos advirtieron que cuando re abriera la economía iban a aumentar los casos. El alcalde Francis Suárez dijo que iban a continuar evaluando el número de casos y de ser necesario cerrarán algunos locales. Miami es la ciudad con el mayor número de casos en Florida”, agregó la periodista.
Estas medidas hacen que se presente un feriado del 4 de julio atípico.
“También han suspendido la venta de fuegos artificiales, algo que es tradición en esta fecha. La medida se toma para evitar la aglomeración de personas”, destacó Alvarado.