El funcionario especial de la Casa Blanca para el caso venezolano, Elliott Abrams, anunció sanciones más severas en el área petrolera para Venezuela, como una medida más de presión contra Nicolás Maduro y su círculo.
Sin embargo, varias ONGs han pedido mediante una carta al gobierno de Donald Trump, que no ejerza nuevas acciones, ya que el fin de una excepción en las sanciones de Estados Unidos a Venezuela que permite el canje de petróleo por diesel, agravará la profunda crisis humanitaria que padecen los venezolanos.
El defensor de los derechos humanos, fundador y presidente de la Asociación Civil Acción Solidaria, y uno de los firmantes del documento, Feliciano Reyna, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Nosotros estamos preocupados con esta idea de una máxima presión que debe continuar con este tipo de sanciones, cuyo propósito original era ayudar a que los actores en el conflicto político se sentaran y pudieran negociar algunas vías de salida. Hay que ver lo que puede significar la no excepción al intercambio de petróleo por diesel, a partir de finales de octubre. Si esa sanción se hace efectiva, el daño sería inmenso para la población y seguiríamos viendo ese tipo de sanciones que no afecta a la cúpula gobernante, pero si haría un daño gigantesco al país entero. Es una medida gravísima”, fijó Reyna.
El defensor de los derechos humanos enfatizó que la idea de la carta es hacer un llamado al Secretario de Estado, Mike Pompeo, y al Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, para que “midan las consecuencias de una medida de este tipo, porque el daño a la población sería enorme”.
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Varios dirigentes políticos ya han dado a conocer su descontento con las sanciones, porque precisamente afectan más al venezolano de a pie. Ahora se unen varias ONGs que defienden los derechos humanos.
“Hay un documento que hemos firmado sobre un análisis que hizo un equipo técnico sobre lo que significa el diesel para varias áreas de la producción nacional y para la generación de energía en algunas áreas. Entre los usos del diesel están las plantas técnicas de respaldo usadas en casi todas las clínicas privadas; el 85% del transporte de carga consume diesel; gran parte del transporte público también utiliza este tipo de combustible, y el 70% de la población depende de este transporte; gran parte de la energía se genera con fuentes térmicas que necesita diesel, esto pondrá en riesgo a parte del país que tendrán que conectarse a las líneas del Guri, las cuales ya están saturadas. La conclusión del estudio técnico es que esto haría un gran daño al país”, explicó el fundador y presidente de la Asociación Civil Acción Solidaria.
Reyna agregó que “las sanciones individuales por hechos de corrupción o violación de derechos humanos tenían sentido, pero las generales le hacen daño al país”.
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