El presidente Donald Trump sigue enfrentando a los voceros del mundo científico en el manejo de la pandemia del COVID-19. La doctora Deborah Birx recientemente afirmó que la pandemia ha entrado en una nueva etapa más contagiosa en los Estados Unidos.
La respuesta del mandatario fue elocuente: “Deborah mordió el anzuelo y nos golpeó, patética”, exclamó Trump.
El corresponsal en Estados Unidos de la agencia EFE, Alex Segura, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Esta estrategia de desmentir la comunidad científica no está saliendo bien para el presidente Trump. De hecho el manejo de la pandemia es uno de los principales problemas que va a afrontar de cara a las elecciones de noviembre. Criticar a la doctora Deborah Birx no es un buen plan. Los casos del coronavirus están creciendo sobre todo en la parte oeste del país. En California se han superado los récords diarios de Nueva York. Si se podría hablar de una nueva fase de la pandemia, aunque es cierto que en los estados del noreste la situación se ha calmado. También hay que decir que la tasa de fallecidos ha disminuido. Los científicos argumentan que los hospitales están mejor preparados que hace cuatro meses y hay otra teoría, que no está comprobada, que es que el clima cálido ayuda a que la enfermedad no sea tan agresiva”, explicó Segura.
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Trumo no solo arremete contra la doctora Birx, también lo hace nuevamente contra la presidenta del Congreso, Nacy Pelosi, a quien llama “la loca Nacy”, a propósito de los acuerdos que debaten en la cámara baja para un nuevo paquete de ayudas a las personas más afectadas por la pandemia del COVID-19.
Asimismo, el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadowsen, expresó que no es optimista en la consecución de acuerdos para las ayudas sociales.
“En concreto está afectado a 17 millones de estadounidenses que a partir del pasado viernes se quedaron sin ninguna ayuda o estímulo. La situación es que los demócratas están defendiendo que el nuevo paquete de ayuda sea de tres billones de dólares, lo que se traduce a unos 600 dólares a la semana por cada persona que solicita la ayuda por desempleo. Sin embargo, desde la bancada republicana argumentan que la ayuda debe ser de un billón de dólares que se traduciría a 200 dólares a la semana para cada persona. Los republicanos indican que la cantidad ofrecida por los demócratas es superior al sueldo de muchas personas, por lo que estimula a los afectados a quedarse en casa en vez de buscar trabajo. La situación está estancada en este punto y también en la ayuda estatal que pretenden los demócratas dar a cada uno de los estados afectados. Todo esto sucede cuando la tasa de desempleo en Estados Unidos cerró en julio en 11,1% y cuando la situación económica es la peor de las últimas décadas. Todo es visto bajo la óptica electoral, Trump necesita cerrar un acuerdo que sea lo que él ha planteado, mientras que Pelosi quiere sacar un rédito electoral para Joe Biden”, agregó el periodista.
América Digital
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