Es nuestro futuro y depende de nosotros. ¿Cuántas veces debemos repetirnos esto? Cuesta como venezolano ver cómo pareciera que sólo importa lo que actores del extranjero dicen de nuestra realidad.
Los hay quienes insinúan acciones militares en la zona cercana a nuestras costas venezolanas. Quienes asisten al Comando Sur para dar la impresión de que ahora sí, vamos con todo. Otros que se convierten en los reyes de las sanciones, para cada acción una nueva sanción. Como si con sanciones para evitar el abastecimiento de gasolina o diesel se pudiera terminar con la dictadura de Maduro, sin acabar antes con el pueblo.
¿Cuántos años de sanciones han vivido los cubanos? ¿qué se ha conseguido? Podemos estar en posturas opuestas con varios actores políticos, incluso aquellos que dividen y aluden a planes inexistentes para justificarse, pero es correcto que un funcionario de otro gobierno haga mofa de un ciudadano nuestro o de directrices sobre lo que debemos o no hacer?
Elliot Abrams apuntó a la líder del partido Vente Venezuela en una entrevista en NTN24 y dijo: “Maria Corina, me recuerda al realismo mágico de Gabriel García Márquez. Lo que me parece es que la oposición debe resolver el problema de organizar una oposición bajo un régimen represivo y brutal. Y me parece, que María Corina está pidiendo una especie de Plan B mágico que va a resolver todo de los problemas de Venezuela ¿Y quién va a hacer la solución? Extranjeros que intervienen. No creo que sea una respuesta sensata al problema que enfrenta Venezuela y a la necesidad de que la oposición esté unida, que trabajen en el establecimiento de la unidad y comiencen desde la base. Porque Venezuela no entiende la naturaleza del régimen de Maduro, no entiende lo difícil que es organizar una oposición para hacerlo. Así que la tarea es difícil pero no se hace la tarea más fácil cuando los líderes políticos de la oposición venezolana dicen básicamente: Yo no quiero hacer ese trabajo yo quiero un rescate mágico”
Puede que en el fondo coincidamos con muchos de sus argumentos pero por qué se parece más a un actor interno que a uno externo.
Pongamos el caso de los indultos. El jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Michael Kozak dijo este lunes 31 de agosto, que la liberación de algunos prisioneros políticos injustamente detenidos en un principio “busca encubrir una elección absurda. No olvidemos que Maduro sigue deteniendo arbitrariamente a cientos de prisioneros políticos. Ni el pueblo venezolano ni la comunidad internacional serán engañados por estos actos simbólicos”
Y no es contradictorio entonces, que en medio de lo que consideran actos simbólicos pidan la liberación de los seis ex ejecutivos de la petrolera Citgo detenidos en el país, dos de los cuales están bajo arresto domiciliario? ¿Eso sí no sería un acto simbólico sino político?
El encargado de negocios de la Oficina Externa de Estados Unidos para Venezuela, James Story, también apuntó a quienes se negaron al pacto unitario: “Hay muchas personas que lanzan bombas desde el banquillo o al margen de las cosas, con sus ideas fantásticas mientras que el presidente Guaidó sigue construyendo un movimiento cívico, social, político. Unidad de esfuerzos dentro del país, en torno a los legítimos poderes.
Ellos garantizan la presión y el apoyo internacional. Para nosotros, el Presidente Guaidó sigue siendo el presidente hasta el cese de la usurpación”
Insisto puede que lo que digan sea válido ¿ qué potestad le hemos dado a éste y otros gobiernos para opinar, actuar, montar acciones y desmontar otras? ¿En medio de cuántas agendas políticas oportunistas e individuales hemos caído en el proceso? ¿Hasta cuándo será cool u oportuno relacionarse con soluciones en Venezuela que no llevan a ningún lado? ¿Qué se les dice, mientras tanto, a tantos venezolanos confundidos y desesperados?