Un nuevo choque político se produce en Venezuela por Citgo. La vicepresidenta del régimen de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, acusó a José Ignacio Hernández, procurador especial designado por el presidente interino Juan Guaidó, de favorecer a la petrolera estadounidense ConocoPhillips para que se apodere de la empresa venezolana.
En concreto, Rodríguez acusó a Hernández de estar en complicidad con el presidente del Banco Mundial, David Malpass, para que la firma estadounidense se quede con la filial de Pdvsa en territorio norteamericano.
La respuesta del gobierno interino fue inmediata. Carlos Vecchio, embajador de Venezuela en los Estados Unidos por el gobierno interino de Guaidó, afirmó que fue el régimen de Maduro el que quiso vender a Citgo en 2018.
El economista, Ph.D en economía política, director y profesor del Centro Internacional de Energía y Ambiente, Francisco Monaldi, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Citgo enfrenta un momento complicado por el tema del COVID-19, pero el equipo que designó Juan Guaidó viene realizando un trabajo extraordinario para sanear a la empresa. Sin embargo, es una situación muy complicada. El gobierno de Maduro realizó disparates muy costosos para el país, empezando por dar acciones de Citgo en garantía a Rosneft y otras empresas. Venezuela acumuló una deuda de 150.000 millones de dólares. Cuando todos los países pagaban deudas, Venezuela se endeudó. Nunca se tomaron previsiones. En medio de estas circunstancias entra el equipo de Guaidó a pelear una batalla que estaba muy difícil”, explicó el economista.
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Citgo también enfrenta un proceso judicial que inició la minera canadiense Crystallex. Esto fue en respuesta a la expropiación de la mina Las Cristinas en el Estado Bolívar, que decidió el presidente Hugo Chávez en 2008. En 2011 la empresa canadiense introdujo ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi), una demanda en la que solicitó indemnización por los daños ocasionados por la expropiación gubernamental en Venezuela.
“La situación de Citgo es difícil. A nivel de operaciones está funcionando bien. El equipo ha reestructurado la deuda. Sin embargo, el reto sigue siendo complicado. Lo que se espera en este momento es que la empresa sea tomada por los acreedores como Crystallex y los tenedores de bonos 2020. No obstante, mientras esté la decisión de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) que respalda a Citgo, no va a ocurrir nada”, dijo Monaldi.
La situación luce cada vez más delicada para la empresa del Estado venezolano en el exterior, que se ha convertido en otro factor de conflicto a nivel político en el país.
“Se debe avanzar el proceso de reestructuración de deuda y que se mantenga la decisión de la OFAC. Si esto se revierte, se perdería el único activo importante en el extranjero que tiene la República. Tengo la esperanza de se mantenga la limitación por el departamento del Tesoro de los Estados Unidos y que llegue el proceso de transición política en Venezuela. Se debe lograr el cambio político porque esto requiere un gobierno con credibilidad y el levantamiento de las sanciones”, añadió el especialista.
América Digital
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