“El gobierno argentino ya no habla de expropiación sino de intervención de Vicentin”, afirma el periodista Marcelo López Masía

El pasado lunes el gobierno argentino presidido por Alberto Fernández, tomó la decisión de expropiar la empresa exportadora de cereales y aceite Vicentin. Este hecho hace recordar en Argentina a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, mientras que en la región sale a colación la política de expropiación impulsada por el chavismo en Venezuela.

El periodista y escritor argentino, Marcelo López Masía, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.

“Vicentin tiene la mayor planta de molienda de soja, con la cual hacen varios productos. Este es el mayor complejo de soja de todo el mundo. Es una empresa muy importante que mueve miles de millones de dólares al año. Lo que está haciendo Fernández va en contra de todo lo que dijo en la campaña electoral. Para ganar la elección tuvo que ponerse un traje de cordero y hablaba de un presunto capitalismo amigo. Después de seis meses en el poder, expropia la principal aceitera del país. Esto motivó una reacción muy fuerte que tiene que ver con Venezuela y comienzan a salir anuncios de expropiación de Hugo Chávez y Nicolás Maduro”, dijo López Masía.

“Fue tan fuerte el cacerolazo que el gobierno ha tenido que retroceder. Ya no habla de expropiación sino de una intervención de 70 a 90 días para arreglar una compañía que está mal, pero está así por el país. Argentina está en default y tuvo una explosión del dólar de 30  a 120 pesos, hay un riesgo país muy alto”, explicó el periodista.

El presidente argentino argumentó que la decisión fue tomada por una estrategia económica. Sin embargo ,no dio mayores detalles sobre la finalidad.

“Alberto Fernández siempre fue un buen operador político y tuvo que salir a ser presidente porque Cristina Kirchner tenía muy mala imagen. Antes de ser presidente, siempre fue moderado e incluso abandona el gobierno de Cristina por las políticas que se adoptaron contra el campo. Luego regresa con una versión distinta y ahora ha perdido un gran capital político”, explicó López Masía.