El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en medio de la pandemia y la caída mundial de los precios del crudo, anunció este lunes algunos cambios en la industria petrolera.
Tareck El Aissami, un hombre por el que Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares como recompensa, fue designado por el mandatario como nuevo ministro de Energía y Petróleo de la nación.
A las críticas que ha aparecido tras el nombramiento, se les sumó este martes la del subsecretario para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, Michael Kozak. Quien a través de su cuenta de twitter, afirmó que lo que se augura es “la misma mala gestión” si una persona acusada de narcotráfico pasa a liderar el sector de hidrocarburos en Venezuela.
En una entrevista para el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón, el historiador y analista, Pedro Benítez, aseguró que el reciente cambio en el país suramericano, revela que Maduro no confía en nadie de su entorno.
De acuerdo con lo que expresó, el jefe de Estado cuenta con un grupo muy reducido de aliados; que asigna para los diferentes cargos, a pesar de su falta de conocimiento.
“Esto es un signo de la paranoia en la que se mueve Maduro”, agregó. Resaltando que son pocos quienes están sosteniendo el poder en Caracas.
Por otro lado, indicó que El Aissami habría sido puesto ahí por presuntamente ser partidario de hacer un “giro” hacia la apertura económica.
Más que un liberalismo, “un capitalismo a la rusa puede ser lo que plantea”.
La debacle en la industria petrolera
Un dato que también resaltó el analista, es que en los últimos 20 años, la base fundamental del chavismo-madurismo, había sido el control del petróleo.
Sin embargo, comentó que por primera vez en casi 100 años, Venezuela hoy no tiene un sector privado que depende del “petroestado”. Sino que por el contrario, hay un estado muy precario que depende de un sector privado ya destruido.
Frente a la teoría de que históricamente muchos regímenes autoritarios “han caído por alguna traición”; Benítez apuntó que ese es el mayor temor de Nicolás Maduro.
“No le preocupa la protesta, pero sí las consecuencias que esas movilizaciones puedan tener puertas adentro”, dijo.
Benítez culminó diciendo que aunque “no se sabe cuándo revienta la liga, normalmente lo hace por diferencias internas”.
Siga las noticias minuto a minuto en nuestras redes sociales