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Esta semana comienza en realidad la verdadera contienda para llegar a la Casa Blanca, con la realización del primer debate presidencial entre el presidente, Donald Trump y el ex vicepresidente, Joe Biden, este martes 29 de septiembre en la Case Western Reserve University y la Cleveland Clinic, en Cleveland, Ohio.(logo)
Grandes expectativas rodean este encuentro que podría marcar el cambio o no, de las encuestas y la tendencia del electorado estadounidense, que ha permanecido estable a favor de Biden .
Históricamente los debates han sido una piedra angular en el desarrollo de las campañas presidenciales. Si bien se han realizado desde los tiempos de Abraham Lincoln y Stephen Douglas en 1858, los debates modernos ganaron una nueva preponderancia gracias a la aparición de la televisión.
El primero transmitido en televisión, fue el realizado en 1960, entre el entonces Vicepresidente Richard Nixon y el candidato demócrata, el Senador John F. Kennedy. Se dice que quienes escucharon el debate por radio, dieron como vencedor a Nixon, pero quienes lo vieron por televisión, dieron ganador a Kennedy, quien tuvo un perfecto dominio de la cámara durante el encuentro.
Era el primer cara a cara donde los candidatos debían adaptar sus palabras al lenguaje televisivo. Se comentaba posteriormente en la prensa, que Kennedy hasta tomó sol la mañana del debate, para parecer más bronceado. Nixon no quiso ni siquiera maquillarse, estaba convaleciente de una lesión en la rodilla, y se veía sudoroso. Aunque era televisión en blanco y negro, mientras Kennedy se mostraba seguro y descansado,Nixon lucía gris y apagado.
En las elecciones siguientes de 1964, el candidato demócrata, Lyndon B. Johnson rechazó la oferta de debatir con el republicano, Barry Goldwater, y para 1968, Richard Nixon, también se abstuvo de enfrentarse con su oponente, Hubert Humphrey.
Otro polémico debate en la historia de las elecciones presidenciales en EEUU, fue el protagonizado por Jimmy Carter y Gerald Ford, en 1976. Carter dominó el debate aprovechando un error de su contrincante, quien, ante la pregunta sobre la expansión del poder ruso en Europa del Este respondió: “No hay dominación soviética de Europa del Este, y nunca la habrá bajo la administración de Ford”. El moderador John Dickerson, le dio la oportunidad a Ford de cambiar su respuesta, pero fue peor. Carter ganó el debate, y también las elecciones.
Cuatro años después, Ronald Reagan logró que Carter fuera blanco de su humor en el encuentro, repitiendo varias veces, “There you go again” (“Ahí vas otra vez”), usada por Reagan para burlarse -entre las risas del público- de los largos y pedantes ataques de Carter. Sin embargo, la frase que de verdad marcó esas elecciones fue otra, pronunciada por Reagan al final del último debate:
¿Está usted hoy mejor económicamente que hace cuatro años?
Ronald Reagan, en 1984, repitió su estrategia, de inyectar humor en los debates, frente al candidato demócrata, Walter Mondale. En ese campaña se atacaba a Reagan por su edad, a lo que él respondió: “Yo no voy a hablar de mi edad en esta campaña. No voy a aprovecharme de mi edad para demostrar lo joven e inexperto que es mi contrincante”. Evidentemente, todos rieron, hasta Mondale, y por supuesto, como recordaremos, la elección la ganó el republicando Ronald Reagan.
Si bien los debates no son determinantes, juegan un papel relevante en la fase final de la carrera presidencial.
Otro ejemplo lo encontramos, en 1992, donde los candidatos eran el presidente George Bush, y el entonces gobernador de Arkansas, Bill Clinton. En esa oportunidad Bush, ante una pregunta sobre la deuda nacional, revisó su reloj, dando la impresión que tenía algo más importante que hacer, a lo que Clinton aprovechó para acercarse al interrogador y explicar de cómo una economía arruinada había provocado la pérdida de empleos para sus vecinos y amigos.
En ocasiones, un gesto, una palabra, una frase fuera de contexto, puede provocar efectos devastadores. En el 2008, Mc Cain se refirió a Obama como “that one”, (ese tipo), no quedó claro qué quiso decir, ¿desprecio?¿confusión? lo cierto es que lejos de remontar en las encuestas. Mc Cain perdió las elecciones.
Otra frase célebre que no le trajo buenas consecuencias a un candidato, durante un debate, fue la mencionada por Mitt Romney, (frente a un Obama que no estaba en su mejor momento), quien para referirse a la brecha salarial entre hombres y mujeres, dijo que tenía una “carpeta llena de mujeres” como candidatas para puestos en su eventual administración. El candidato republicando evidentemente, se refería a los curriculums de esas mujeres, la frase se hizo viral. Romney perdió las elecciones.
En el 2016, ambos candidatos, Hillary Clinton y Donald Trump, señalaban ser ganadores de los tres debates realizados previos a las elecciones, sin embargo, tal como refiere un artículo publicado por CNN, Donald Trump, que venía con números bajos en las encuestas, logró remontar y ganar la presidencia gracias a los primeros 15 minutos de su último debate frente a Hillary Clinton, donde abordó el tema de los nombramientos en la Corte Suprema. “Las encuestas a boca de urna de 2016, por ejemplo, mostraron que el 21% de los votantes dijeron que los nombramientos de la Corte Suprema eran «el factor más importante» en su elección, el 56% de ésos encuestados votantes, escogieron a Trump”.
Este 29 septiembre, se realiza el primer debate, entre Donald Trump y Joe Biden. Viene antecedido por la nominación de una nueva jueza para la Corte Suprema de Justicia, Amy Coney Barret, de acusaciones por parte de Trump, quien solicitó que se les hiciera una prueba antidoping a los dos, videos de Biden equivocándose de cifras de infectados y fallecidos militares por el Covid 19 y revelaciones que afectan la imagen del Presidente, como la publicada por The New York Times sobre sus impuestos. The New York Times afirma que Trump pagó solo US$750 en impuestos sobre la renta tanto en 2016 como en 2017.
¿Podrían cambiar las tendencias de las encuestas, luego de los debates? ¿Cuán influyentes pueden ser estos debates en los resultados electorales?