Las declaraciones de Donald Trump al portal Axios que ponía en entredicho su apoyo a Juan Guaidó y dejaba la puerta abierta para una posible reunión con Nicolás Maduro, causaron revuelo dentro de los sectores de la oposición venezolana.
La rectificación llegó un día después, la Casa Blanca afirmó que reconocen y apoyan a Guaidó como presidente interino de Venezuela, y Trump expresó que la única forma que se reúna con Maduro es para “negociar su salida pacífica del poder”. Sin embargo, las palabras ya estaban en el aire. La oposición quedó expuesta y demostró su dependencia a lo que pueda hacer Trump.
Las reacciones iban y venían y en el mar de comentarios la doctora en ciencias políticas de la Universidad de Oxford, Maryhen Jiménez, escribió el siguiente mensaje por la red social Twitter.
“En vez de perder más horas `analizando´ lo que dijo (o no dijo) Trump, lo que deberíamos estar pensando es cómo crear un gran movimiento democratizador en Venezuela. Esa es la `amenaza creíble´”
Para analizar la situación política venezolana, Maryhen Jiménez fue una de las entrevistadas en el programa Día a Día, con César Miguel Rondón.
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“Hay que resaltar varias cosas. El régimen de Maduro y antes el de Hugo Chávez, desmantelaron las instituciones democráticas venezolanas. Cerraron todos los espacios, cercenaron las libertades, atacaron a la oposición. También hay que asumir que las estrategias de la oposición muchas veces han sido erradas. El mayor problema en este proceso ha sido la búsqueda de la inmediatez, la oposición se ha centrado únicamente en derrotar al chavismo. Hay que reconocer al chavismo analizar y entender por qué nace y por qué no hemos podido cerrar ese ciclo, es parte de nuestra historia. Las veces que se ha desarrollado un proyecto, la gente ha participado, pero vemos inconsistencia en la oposición”, dijo Jiménez.
A estas alturas, cuando el régimen de Maduro nombró a los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral, expropió a los partidos políticos, muchos líderes están en el exilio o silenciados, coarta la libertad de expresión, algunos sectores ponen sus esperanzas en lo que pueda hacer la comunidad internacional.
“Tenemos que entender que Venezuela es un punto más dentro de la campaña hacia la presidencia de los Estados Unidos, tanto para Trump como para los demócratas. La presión internacional no puede estar divorciada de los intereses sociales”, agregó la analista.
El futuro inmediato en Venezuela no es alentador. Todo indica que el régimen realizará las elecciones parlamentarias con un árbitro electoral y una oposición a su medida.
“El derecho a elegir no es un favor, es un deber. El momento ahora es de la ciudadanía que debe exigirle al liderazgo político que se alineen los intereses internacionales con los sociales”, destacó Jiménez.
América Digital
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