La rectivación económica en la ciudad del Doral comenzó desde el pasado 18 de mayo. Sin embargo, tal como ha sucedido en todos los Estados Unidos, las cifras de contagios por COVID-19 han ido creciendo. En el país hay más de 2.464.000 casos de coronavirus y en el Estado de la Florida hay más de 64.000 casos.
A pesar de las estadísticas, las ciudades continúan avanzando en la fase de la desescalada y reactivado las actividades económicas. Este proceso se ha desarrollado con cierto temor por parte de los ciudadanos.
El alcalde de la ciudad del Doral, Juan Carlos Bermúdez, explicó como ha sido la reapertura de los negocios en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“En Doral la reapertura ha ido bastante bien. Los negocios han reaccionado bien y la mayoría han estado preparados. Aunque los números de contagiados han subido, no ha sido de forma astronómica. Los negocios han cooperado con las medidas. En el caso de Doral no vemos una gran afluencia de personas en los restaurantes”, indicó el alcalde.
Aunque comenzó el periodo de reactivación económica, todavía hay poca afluencia de personas en las calles. Se puede tratar de un temor colectivo a ser contagiado por el virus, lo que podría retrasar el dinamismo de la economía.
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“El impacto económico es realmente importante. Lo beneficioso es que el Doral es una ciudad relativamente nueva. Sin embargo, no cabe la menor duda que en todas las municipalidades se van sentir consecuencias económicas”, afirmó Bermúdez.
Para tratar de incentivar el consumo, la alcaldía ha permitido algunas libertades a los negocios siempre en el marco de las medidas de seguridad sanitarias. A los restaurantes se les permitirá colocar sillas y mesas afuera de sus establecimientos.
“Si la gente no está comprando gasolina ni productos, no hay dinero para distribuir. No estamos viendo movimiento en restaurantes ni en tiendas. También hemos recibido varias cartas de negocios que se ven en la necesidad de reducir personal”, agregó el mandatario local.
Los expertos en economía manifiestan que la ciudad podría tener pérdidas entre 6 y 9 millones de dólares.
“Las proyecciones económicas no son alentadoras. Estamos seguros que al final del año fiscal se van a sentir los efectos de la paralización económica, pero la situación más apremiante se va a sentir el año entrante”, explicó el alcalde.
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