“Póngale color al perro”. Con esta frase, dos jóvenes en la ciudad de Buga, Valle del Cauca (Colombia), obligaron a un pequeño perro de raza pincher a consumir lo que sería 2CB, un estupefaciente psicodélico de color rosado. Tras conocer el video, la Policía llegó hasta la residencia donde se registraron los hechos y pudieron rescatar al animal.
En los últimos días se conoció un caso inaceptable de maltrato animal registrado en una vivienda de Buga, Valle, donde dos jóvenes, entre ellos un menor de edad, obligaron y suministraron droga a un pequeño perro. El hecho fue grabado y difundido en redes sociales por los responsables.
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En el video se observa a uno de los jóvenes extrayendo una cantidad de la sustancia en una pequeña bolsa, mientras que el otro adolescente sostiene al animal y le abre la mandíbula para obligarlo y embutirle la droga.
De acuerdo con las autoridades, la sustancia utilizada y embutida al perro sería 2CB, una feniletilamina psicodélica de una duración entre cuatro a seis horas en dosis entre 15 y 30 mg. Se caracteriza por su color rosado.
“El 2CB o 4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina, también llamada “Nexus”, es una feniletilamina psicodélica de efectos medios. En el mercado no se encuentra de manera pura y nuestros análisis en los últimos 5 años han encontrado que el 95% de las muestras analizadas no son 2CB sino otros componentes. Por ser una sustancia cuya dosis estándar es tan poca (30mg), es decir, la 33aba parte de un gramo, los narcotraficantes optan por completar los 967mg con otras sustancias”, explicó Échele Cabeza, el proyecto que busca generar y difundir información sobre Sustancias Psicoactivas (SPA).
Entre tanto, cuando el perro recibió dicha dosis se le vio descontrolado y temeroso, debido a la psicosis que pudo generarle esta droga.
Tras conocer el hecho, personal de Protección Ambiental de la Policía, en Buga, procedió a revisar la veracidad del video y, luego de confirmar el aberrante hecho de maltrato animal, logró ubicar la vivienda donde se presentaron los hechos.
El Mayor Ómar Mosquera, jefe de protección y servicios de la Policía Nacional, explicó en entrevistas con medios que tan pronto llegaron a la residencia, procedieron a rescatar el perro y lo dejaron a disposición de una fundación, mientras que la investigación penal quedó en manos del Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal de la Fiscalía (Gelma), el cual se encargará de determinar los delitos que se le imputarán a los dos jóvenes, entre los que, según las autoridades, se encontraba uno de apenas 14 años.
“Llegamos a rescatar al perro para ponerlo en una fundación que lo va a tener. Posteriormente, con la Fiscalía vamos a realizar el proceso investigativo”, manifestó el mayor Ómar Mosquera, jefe de Protección y Servicios de la Policía.
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