En psicología, la resiliencia es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, entre otras. Y es justo este concepto el que define a Karol Michell Bastidas, una joven deportista colombiana que tras perder sus brazos en un accidente, pasó de practicar balonmano a atletismo.
Fue el domingo 22 de mayo de 2022, cuando Karol, de 16 años, se mudaba a su nuevo apartamento en el municipio de Yumbo, al norte de Cali. Y mientras la joven subía un cortinero de aluminio al piso que sus padres le habían regalado por su cumpleaños, un cable primario se enredó en la vara y le transmitió una descarga eléctrica que le quemó sus brazos en gran medida.
Al verla, su madre corrió a socorrerla pero también salió afectada por la corriente, por lo que ambas fueron trasladadas al hospital de Yumbo. Sin embargo, desde allí, los médicos remitieron a la joven deportista al Hospital Departamental por la magnitud de sus quemaduras para ser intervenida quirúrgicamente.
Fue allí cuando llegó el diagnóstico médico que le cambió la vida a Karol: amputar sus brazos por encima de los codos era la mejor opción, según dijeron los médicos.
¿La parte más difícil? Afrontar la decisión y adaptarse a lo que les cambiaría la vida para siempre, según contó su madre, Claudia Patricia Ricaurte a Noticias Caracol Tv.
Si bien la noticia de amputación de cualquier miembro del cuerpo de una persona no es fácil, para Karol era aún más duro, debido a su oficio como deportista de alto rendimiento en la selección Valle de balonmano. Además, se encontraba cursando su último grado escolar.
“Cuando salí del hospital, nos pusimos a hacer todos los papeles para yo poder presentar el Icfes, lo hice y después de eso me gradué”, contó Karol mientras recordó que esa era una de sus mayores preocupaciones mientras pasaba sus días en el hospital.
Pero, su actitud positiva y luchadora fue lo que le permitió trascender y no dejar que sus sueños se apagaran. Como toda una deportista integral, Karol comenzó un nuevo camino en el atletismo adaptado, luego de practicar durante seis años balonmano.
En esta nueva faceta, la joven también ha destacado con importantes logros como dos medallas de bronce para el Valle del Cauca en su primera competencia, en Barranquilla.
“Lo más difícil yo creo que ha sido la adaptación a las cosas que antes se hacían rápido y ahora tienen que ser con más calma, como por ejemplo bañarme. Debo tener cuidado de no caerme”, contó.
El apoyo de sus padres también ha sido fundamental en este proceso. Y como prueba de ello, actualmente se encuentran en la tarea de recaudar dinero a través de actividades como rifas y frijoladas en su comunidad para poder colocarle prótesis y ayudarla a tener mejor calidad de vida.
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